Alcoa: segunda oportunidad

F. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

PEPA LOSADA

El ministro Soria anuncia que las industrias podrán concurrir a una segunda subasta para conseguir megavatios bonificados a cambio de estar dispuestas a reducir potencia

27 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Hacía diez meses que el ministro de Industria, José Manuel Soria, no comparecía en la comisión de Energía del Congreso. Y los diputados aprovecharon para bombardearlo a preguntas. Dos de ellos, José Segura (PSOE) y Pedro Azpiazu (PNV), lo interpelaron sobre la subasta de interrumpibilidad, que ha dejado en una situación comprometida a varias plantas de la industria intensiva. Las que más, las de Alcoa en A Coruña y Avilés, que no se adjudicaron ni un solo megavatio bonificado para el próximo año. En teoría, esas fábricas pagarán la energía que consumen a precio de mercado, algo que, según la empresa, les hará perder competitividad. Afectadas están también otras cuatro compañías asentadas en Galicia: Megasa, Ferroatlántica, Celsa y SLG Carbón. Soria anunció que, tal y como pedían las empresas, habrá una segunda subasta, una nueva oportunidad para conseguir más incentivos en la factura eléctrica y hacer viables las plantas de Alcoa. Pero el ministro avisó que se los llevarán las industrias que ofrezcan el precio más competitivo. Pero ¿por qué es tan importante la interrumpibilidad? Y, sobre todo, ¿qué es? Se explica aquí.

¿Qué es el servicio de interrumpibilidad?

Para el diccionario de la Real Academia, el término interrumpibilidad no existe. Pero sí se usa en el mundo de la energía para definir el servicio que ofrecen empresas que consumen mucha energía de estar dispuestas a reducir potencia cuando se lo ordene el operador del sistema eléctrica (REE) a cambio de recibir una bonificación en su factura. Hasta ahora se suscribían contratos fijos, pero estos desaparecerán. En su lugar, las compensaciones se adjudicarán en una subasta, un «mecanismo competitivo que introducirá transparencia», según Soria.

¿Se usa mucho este servicio ahora?

No es frecuente que Red Eléctrica ordene bajar potencia a una industria para evitar, por ejemplo, que el sistema colapse. En los últimos años aún menos. Debido al descenso de la demanda por la crisis económica hay potencia instalada de sobra para atender las necesidades.

¿Cuántas empresas tienen contrato de interrumpibilidad?

Según los datos que maneja Red Eléctrica, a 1 de enero del 2014 se encontraban en vigor 145 contratos. En Galicia, los tienen Alcoa, Megasa, Ferroatlántica, Celsa y SLG Carbón. En la primera subasta resultaron adjudicatarias 113 plantas.

¿Cuánto cuesta este servicio y quién lo paga?

Las empresas con este tipo de contratos se reparten 550 millones anuales. Las partidas por compañías no se facilitan ni las industrias quieren decirlo. En el caso de Alcoa solo aclaran que la compensación que reciben es suficiente para que las plantas puedan producir a un precio de la energía competitivo en comparación con el resto de Europa. Estos incentivos computan como costes regulados del sistema eléctrico. Es decir, los pagan los consumidores a través del recibo de la luz, como hacen también con las primas a las renovables, entre otros conceptos ajenos al consumo de energía en sí mismo.

¿Por qué se cambió el sistema?

La modificación del servicio es una de las medidas incluidas en la reforma energética de Soria, dirigida casi en exclusiva a equilibrar los gastos e ingresos del sistema, es decir, a taponar el déficit de tarifa. El método para lograrlo es ingresar más -subiendo el recibo de la luz y creando impuestos a las empresas- y gastar menos -recortando retribuciones como las del servicio de interrumpibilidad-. El Gobierno espera ahorrar 150 millones con el mecanismo de las subastas. Soria asegura que este 2014 será el primer ano sin desfase.

¿Cuánta energía consume Alcoa?

Las facturas de la multinacional deben de ser astronómicas porque las plantas de A Coruña, San Cibrao y Avilés consumen el 2 % del total nacional, que en el 2013 ascendió a 246.313 gigavatios hora. Por eso le resulta tan importante mantener las bonificaciones, más cuando se gasta el 35 % del presupuesto en energía.