La OCDE pide que se frene la austeridad en la zona euro

La Voz

ECONOMÍA

Alerta del impacto que los ajustes están teniendo sobre el crecimiento y reclama más estímulos al BCE. Asegura que Europa es ahora un riesgo para la economía mundial

25 nov 2014 . Actualizado a las 16:07 h.

La OCDE ha recomendado ralentizar el proceso de consolidación presupuestaria en la zona euro con el objetivo de reducir su impacto sobre el crecimiento a la vez que ha reclamado más medidas de estímulo monetario por parte del Banco Central Europeo (BCE). En este contexto, el club de los países ricos recomienda adoptar medidas para apoyar todo lo posible el crecimiento, entre ellas unas «ambiciosas reformas estructurales con urgencia», sobre todo en Japón y el núcleo de la zona euro, para impulsar el empleo y fomentar el crecimiento a largo plazo. En opinión de este organismo, ahora mismo la zona euro supone un riesgo para la economía mundial.

La OCDE señala que la política monetaria seguirá sendas diferentes según los distintos países, ya que mientras que Estados Unidos y Reino Unido es probable que comiencen a reducir sus estímulos monetarios, la eurozona y Japón deben aumentarlos, algo que ya ha hecho el país nipón. En este sentido, la organización admite que estas diferencias resultarán inevitablemente en episodios de volatilidad en los mercados de deuda y de divisas y podrían revelar excesos en las economías avanzadas y, sobre todo, emergentes.

En cuanto a la política fiscal, la OCDE considera que los países de la eurozona deberán ralentizar la consolidación presupuestaria estructural respecto a planes anteriores, aunque dentro del mandato de la UE, con el objetivo de reducir el impacto en el crecimiento y dejar que los estabilizadores automáticos operen libremente.

Por otro lado, el nuevo informe de perspectivas económicas de la OCDE recoge las últimas proyecciones de la organización, que ya las adelantó el pasado 6 de noviembre, y que sugieren una «moderada mejora» de la economía mundial en los próximos dos años, aunque con «marcadas diferencias entre los principales países y grandes riesgos y vulnerabilidades».

En concreto, la OCDE reitera que el crecimiento mundial alcanzará el 3,3% este año y el 3,7% el siguiente. Asimismo, ha situado en el 3,9% la previsión de PIB global en 2016.

En cuanto al conjunto de las economías de la OCDE, espera una expansión del 1,8% en 2014 y del 2,3% en 2015. Para 2016 estima un crecimiento del 2,6%.

Entre las mayores economías avanzadas de la OCDE, la recuperación se encuentra mejor asentada en EEUU, donde augura un crecimiento del 2,2% en 2014, mientras que para 2015 será del 3,1% y del 3% en 2016.

En esta línea, la eurozona crecerá un 0,8% este año y un 1,1% el próximo, mientras que en 2016 la expansión del PIB será del 1,7%. En el caso de España prevé que el crecimiento sea del 1,7 % en el 2015 y del 1,9 % en el 2016.

La OCDE remarca en su informe que los riesgos para la crecimiento mundial en los próximos dos años tienden «a la baja» debido a la «potencial volatilidad financiera, la falta de confianza en las perspectivas futuras de crecimiento y los deteriorados balances de bancos y hogares».

Asimismo, advierte de que la zona euro, donde el desempleo es «particularmente elevado», es la región que está más «fuertemente expuesta» a estos riesgos negativos, así como a entrar en deflación si el crecimiento se estanca o las expectativas de inflación vuelven a caer.

Además, alerta de que si la demanda no repunta tal y como está previsto, algunas economías, particularmente de la eurozona, podrían estancarse en una «persistente estagnación» en la que una débil demanda está socavando el potencial de crecimiento, lo que tendría efectos negativos en la capacidad de la política macroeconómica de apoyar la demanda.