Roberto Tojeiro: «Los inversores pusimos en NCG el dinero que tenía que haber puesto el FROB»

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

El presidente de Gadisa asegura que en las reuniones del consejo «jamás» les informaron de la situación real del banco

14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El Juzgado de primera instancia número 1 de A Coruña acogió ayer el segundo de los juicios que se siguen contra el FROB y NCG motivados por las demandas presentadas por los empresarios gallegos que pusieron en enero del 2012 unos 70 millones en el nuevo banco y que un año después lo perdieron todo en el proceso de recapitalización de la entidad. La vista de ayer se centró en la demanda presentada por el presidente de Gadisa, Roberto Tojeiro, quien sostuvo que invirtió un capital de 10 millones de euros confiando plenamente en la documentación que le había aportado el Banco de España sobre la situación del banco y que no dudó en aceptar la operación tras asegurarle que con la presencia estatal en el accionariado su futuro estaba asegurado.

En la figura de Tojeiro confluían distintos intereses, pues en aquella época era consejero independiente de la entidad y, a la vez, presidente de Gadisa. Preguntado por ello por la abogada del Estado, el empresario afirmó con rotundidad que no solo tenía una cláusula de confidencialidad que le obligaba a guardarse para sí la información obtenida en los consejos, sino que en las reuniones «jamás» le informaron de la situación real del banco.

El presidente de Gadisa recordó que se enteró del ajuste retroactivo el 16 de enero del 2012, tras haber hecho la compra el día 12. «Si supiese que existía un ajuste de esa magnitud lo que hubiera hecho era instar al vendedor, en ese momento el FROB, a que pusiera en conocimiento de los compradores ese hecho», afirmó antes de concluir que el FROB «hubiera tenido que poner otros mil millones para cubrir el riesgo y lo que ocurrió fue que una parte la pusimos los accionistas sin saberlo. Pusimos el dinero que tenía que haber puesto el FROB en septiembre del 2011».

También declaró el jefe de la asesoría jurídica de NCG, que una vez más reiteró que «la necesidad» del ajuste contable no se detectó hasta marzo del 2012. Prueba de ello es que Castellano, «de tener conocimiento de aquello, no hubiese invertido un millón de euros como hizo», sentenció Álvarez Naveiro.