Galicia sabe cultivar holoturias, pero aún tiene que aprender a comerlas

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La empresa Galician Marine Aquaculture logra superar la fase larvaria del cultivo de pepino de mar en cautividad

31 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Galician Marine Aquaculture (GMA) tiene experiencia en el cultivo de esas especies raras que comen en China y Japón y que en Galicia lo tienen difícil para colarse en el plato. La empresa con sede en Muros produce abalón, u oreja de mar, tan apreciada por los paladares asiáticos como ignorada aquí, donde se han abandonado planes de explotación por no encontrarles más mercado que en el más alejado oriente.

Ahora, GMA, ha conseguido por primera vez cultivar en cautividad la holoturia, también conocida como pepino de mar, cohombro o, ya en el levante español, como espardeña. La firma ha conseguido pasar la fase larvaria, todo un logro, pues, según explica Óscar Santamaría, gerente de GMA, desde la eclosión de los huevos fecundados hasta la etapa de larva, los ejemplares pasan por distintas fases y en cada una de ellas necesitan un alimento distinto, que ha habido que encontrar cultivando para ello diferentes especies de microalgas y adaptarlas a las necesidades de las holoturias en sus distintos estadios.

Y aún tiene otro reto delicado y difícil delante: ahora que tienen larvas, engordarlas, conseguir juveniles y llegar a la talla comercial. Pese a que aún no se pueden lanzar las campanas al vuelo, en Arvi (la Cooperativa de Armadores de Vigo), líder del denominado proyecto Hologal, están muy satisfechos con el desarrollo de una iniciativa en la que el cultivo en cautividad de la holoturia es solo una arista. Y es que además de lograr larvas de pepino de mar, el proyecto ya ha tenido resultados positivos, como el de que ya se han puesto en contacto con los armadores comercializadores que colocaban holoturia en Asia importándola de México y que desconocían que la podían proveer los arrastreros gallegos, explica Jorge Romón, de Arvi. Porque la holoturia era, hasta ahora, un descarte de los arrastreros que operan en el Gran Sol.

Más vías de negocio

Hologal busca conseguir mayor valor añadido a la especie a través de la transformación a bordo de los barcos, pero también abrir otras vías de negocio, como los productos funcionales en el ámbito farmacéutico, dadas sus propiedades anticoagulantes y antimicrobianas de la holoturia, o la gastronomía y restauración. En este último sentido, la empresa Portomuíños está intentando encontrar una preparación que abra camino a la holoturia en el mercado. Porque a pesar de que en Asia es toda una delicatesen, en Galicia, la textura gelatinosa disuade hasta el mismo Romón, que esperará a la propuesta de Portomuíños para catar algo por lo que los japoneses llegan a pagar 20 euros el kilo.