España asoma tímidamente la cabeza a una recuperación estable, pero no da la sensación de un cambio drástico de modelo productivo tras años de ajuste, reformas y sacrificios. Doménech recela de esto último.
- ¿No le preocupa que salgamos de la crisis viviendo solo del turismo y, de nuevo, de la construcción?
-La economía española está mucho más diversificada, no es solo turismo y construcción. La prueba son las exportaciones durante la crisis, que se han comportado mucho mejor que en otros países de la eurozona. El problema es que esa diversificación no es generalizable. Estamos en muchos sectores, en muchos mercados, pero podemos aumentar la intensidad. Hay empresas que lo hacen muy bien, pero podemos incrementar el número de firmas y bienes, y de lo que exportan. Más que hablar de modelo, tenemos que aceptar que estamos en una economía de libre mercado, que se hace con las decisiones individuales de mucha gente: de consumidores, de empresas, de trabajadores... El mejor modelo es donde hay políticas horizontales que permiten tomar mejores decisiones.
- Señala a Galicia como una comunidad en crecimiento. ¿Qué le resulta más atractivo?
-En términos de tendencia, las exportaciones, porque, aunque con altibajos, mantiene esa curva subyacente positiva y eso es atractivo, y hay que cuidarlo e ir a más, con más empresas, más bienes y servicios, y a más destinos. Y otro aspecto que tiene su lado bueno, pero también menos bueno, es que la economía gallega es capaz de crecer con más productividad. Lo que menos gusta es que esa mayor productividad debería ir asociada a una mayor creación de empleo porque supondría más actividad. Pero eso no se está dando. Ahora vemos que se crece más o menos igual que la media de España, pero no aumenta el empleo. Ahora es más productividad con menos empleo, nos gustaría más productividad, con más empleo.
- ¿Le preocupa que el sector primario tenga cada vez menos peso?
-No, es algo lógico. Y, por otro lado, tenemos que acostumbrarnos a que la producción tiene implicaciones en varios sectores, Cuando una empresa agroalimentaria exporta, hay inputs que tienen que ver con el sector industrial, incluso con el terciario. Lo importante es darle más valor añadido al producto.