La flota gallega pide que se generalice o se elimine para todos la prohibición de cortar la aleta de tiburón a bordo

e. a. redacción / la voz

ECONOMÍA

La actual norma, «absurda» según los afectados, que impide poder gestionar ambos productos por sus canales de comercialización está resultando «ruinosa» para la flota

22 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Que quince de las treinta embarcaciones seleccionadas en la última -y polémica- convocatoria de ayudas al desguace sean palangreros de superficie, puede dar una idea de lo que ha supuesto para este segmento de flota la aplicación de la política de aletas adheridas impuesta por la Unión Europea a las flotas que enarbolan bandera de algún país comunitario. Y más, cuando está al orden del día que ha habido espaderos que no presentaron solicitud porque creían estar excluidos de las ayudas. La prohibición -«absurda», a decir de los afectados- de cercenar a bordo la aleta del tiburón para poder gestionar ambos productos por sus canales de comercialización está resultando «ruinosa» para la flota, dado que conlleva costes añadidos que otras embarcaciones con bandera extracomunitaria no tienen que afrontar.

Es por eso que las agrupaciones Anapa y Arpoan, adscritas a la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) exigen a la Comisión que, aprovechando la cumbre de la Iccat, la organización regional que regula la pesca de túnidos y especies afines en el Atlántico, convenza a todas las partes contratantes de que tienen que acatar la misma exigencia de no separar aleta y cuerpo del tiburón y que se haga con el mismo rigor con el que se ha aplicado esa política a la flota comunitaria.

Si Bruselas no es capaz de imponer al resto de las embarcaciones que operan con la suya las mismas reglas a las que sí ha sometido a sus barcos, Anapa y Arpoan entienden que «España debería exigir el levantamiento de esta medida para que las reglas de juego sean iguales para todos los buques que capturan tiburón».

Control recomendado

Este planteamiento, aclaran, no quiere decir que se elimine el control sobre la pesca de escualos y la comercialización de sus aletas, sino que la flota «seguiría aplicando los mecanismos y pautas de control recomendadas científicamente, en el sentido de respetar a bordo la proporción entre los cuerpos y las aletas de los tiburones, tal y como siempre han propuesto y aconsejado los organismos científicos».

Dado que se compite en un mercado abierto, las asociaciones de palangreros sostienen que «la Comisión no puede mantener una norma que discrimina y es desfavorable para la flota y para los pescadores europeos», sino exigir las mismas normas a todos.