Fiesta aclara que solo ha entrado en liquidación voluntaria pero que la actividad es de «absoluta normalidad»

Europa Press

ECONOMÍA

La administración concursal del fabricante busca que durante el proceso, que dicen será «modélico», se haga una «valoración justa»

26 oct 2014 . Actualizado a las 09:25 h.

Fiesta, el fabricante de Kojak y Freskitos, ha salido al paso de las informaciones publicadas el martes en las que se anunciaba el cese de la actividad y ha detallado que la compañía se encuentra en concurso de acreedores, si bien ha lanzado un mensaje de tranquilidad defendiendo que la actividad de la empresa sigue siendo de «absoluta normalidad». En rueda de prensa el director general de Fiesta, Agustín Fernández, ha explicado que durante este proceso, que estima dure aproximadamente entre diez y doce meses, la administración concursal busca, por un lado, mejorar la situación económica, que acumula cuatro años de pérdidas, y, por otro, finalizar el proceso con la venta de la unidad productiva. «La administración concursal quiere que se haga una justa valoración de la compañía; lo que no quiere es que se malvenda», ha subrayado Fernández un día después de que se publicara en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la aprobación por el Juzgado número 4 de lo Mercantil de Madrid la liquidación voluntaria de Fiesta.

La compañía, que nació a mediados de los sesenta, y que ha popularizado las piruletas Fiesta, los freskitos o los Kojak, pondrá sobre la mesa cambios a nivel de gestión que incluye una modernización del actual modelo de negocio y la búsqueda de nuevos mercados. Según Fernández, el administrador concursal Francisco Vera, buscará mantener el «mayor volumen de empleo posible» y pondrá en marcha un proceso de venta «modélico» y novedoso.

Al respecto, el director general de Fiesta ha explicado que ya hay «muchas ofertas sobre la mesa» tanto financieros como industriales y empresas de su mismo sector, que verían complementado los productos del fabricante madrileño con los suyos. «Eso nos hace ser optimistas de cara a pensar que va a tener una buena venta la compañía», ha resaltado. Por su parte, Javier Rodríguez, presidente del comité de empresa, ha detallado que, ante la situación de la misma, los trabajadores aprobaron un principio de acuerdo en el cual se incluyen 16 amortizaciones de puestos de trabajo de entre los 146 que forman parte de la plantilla.

Agustín Fernández, que ha mostrado su sorpresa ante el anuncio el martes por parte de algunos medios del cierre de la planta de la empresa en Alcalá de Henares, ha explicado que la fábrica facturaba 30 millones de euros en los años previos a la crisis; sin embargo esa cifra ha caído a 20 millones. Además, ha recalcado que la exportación al extranjero se ha visto mermada hasta quedar reducida a un 30 % de las ventas totales, frente a un 70 por ciento que se producen en territorio nacional.

La falta de flexibilidad en los costes y en los procesos de producción hizo que la empresa de caramelos quedara fuera del precio de muchos mercados donde se encontraban. Ante ello, y teniendo en cuenta que diversas entidades financieras negaron la ayuda solicitada, decidieron apostar por el concurso de acreedores. En el 2013, Fiesta, presentaba unas pérdidas de en torno a 1,5 millones de euros; una tendencia que mantienen desde los últimos cuatro años.

Agradecimiento por los mensajes de ánimo

Así las cosas, el portavoz de Comité de empresa, Juan José Álvarez, ha querido mandar un mensaje de agradecimiento a otras empresas del sector y del Corredor de Alcalá de Henares que han mostrado su solidaridad con la situación actual del fabricante, y más en concreto ha agradecido a la plantilla de empleados «el sacrificio» realizado en los últimos cuatro años.

«Ahora vamos a hacer ajustes en la estructura para mejorar costes y, de alguna manera, mejorar la tesorería a corto plazo y, con esas decisiones, intentar garantizar el mantenimiento del negocio. Esto en tiempo es difícil estimarlo, pero esta primera fase duraría en torno a seis meses. Luego ya entraría el tema del trabajo concursal y todo el proceso de subasta que se estima finalice en plazo de diez o doce meses. Esos son los tiempos con los que trabaja la administración concursal», ha sentenciado el director general del fabricante.