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Galicia exige etiqueta y pone límite a la venta de productos del campo en ferias

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

La norma entrará en vigor el día 20 y los agricultores deberán registrarse

01 oct 2014 . Actualizado a las 09:16 h.

No hay feria en Galicia en la que no puedan comprarse productos del campo. Desde tomates «da casa» hasta grelos o un tarro de polen. El vacío legal que existía desde hace décadas en la comunidad en el terreno de la venta directa de productos agrícolas en ferias, a la orilla de la carretera o directamente en las granjas, ha quedado cubierto. Ayer el Diario Oficial de Galicia (DOG) publicó un decreto que regula esta práctica y exige, entre otras cosas, que dichos alimentos vayan etiquetados a menos que se ofrezcan directamente en la granja que los produce. Además recoge qué productos pueden ser comercializados de esa manera y establece unos límites por explotación y año.

Fuera de regulación quedan todavía los quesos, la caza, los pollos o los conejos sacrificados en casa. La razón es que otra norma anterior lo prohíbe por motivos sanitarios. El decreto publicado ayer, que entrará en vigor el día 20 de este mes, únicamente afecta a las legumbres, hortalizas, polen, miel, jalea real, huevos, frutas o frutos silvestres, setas o cereales.

Los productores que deseen realizar la venta directa regulada deberán apuntarse en el Rexistro de Explotacións Agrarias de Galicia (Reaga) e informar a la Consellería de Medio Rural de su intención de acogerse a ese régimen para su posterior inscripción de oficio en la sección de explotaciones recogidas en dicho régimen. Cada uno de ellos podrá comercializar hasta un tope de producto cada año. Y están autorizados a hacerlo tanto en las ferias, como en su casa o en tiendas al por menor.

El decreto establece que, por ejemplo, en el caso de los huevos el máximo queda en 1.000 docenas por productor y año. Pero en ese caso, nunca podrá llevarlos a un local de comercialización al por menor, deberá ofrecerlos directamente al consumidor. No ocurre lo mismo con el resto de los productos, que podrán ser entregados también en tiendas pequeñas.

Los topes varían incluso en el caso de que sean de invernadero o no. Además deberá ser el agricultor el que garantice la salubridad de todos los productos de acuerdo a la normativa vigente en materia de salud.