El cerco gallego dice estar bajo una presión inspectora desmesurada

redacción / la voz

ECONOMÍA

Se sienten vigilados por tierra, mar y aire y consideran el dispositivo inspector «desmesurado»

28 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el caladero gallego cerrado a la pesca de sardina por el norte y por el oeste, el sector del cerco se defiende pescando «xurelos, catro cabalóns e pouco máis». Y lo hace trabajando con una presión inspectora «terrible», vigilados por «terra, mar e aire», según explica Andrés García, portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga). Aseguran que el dispositivo es desmesurado, pues «todos os corpos de seguridade están no porto; nin os narcos teñen tanta presión». Los vigilan agentes de «Gardacostas de Galicia, do Seprona, da Garda Civil do Mar, do Ministerio de Agricultura... Non falta un corpo», se quejaba García.

Ese extraordinario celo salió ayer a relucir en la asamblea que la agrupación mantuvo en Portosín, en los que los representantes del cerco resumieron los acuerdos adoptados en el seno de la comisión sectorial del cerco del Consello Galego de Pesca. El colectivo se mantiene a la expectativa de la reunión que mantendrán el martes con el secretario general de Pesca, Andrés Hermida, en la que está previsto que se les detalle las condiciones de financiación de esa parada temporal a la que se ven abocados y, sobre todo, los destinatarios.

Medidas de recuperación

El cerco se ha resignado y da por hecho ya que no podrá volver a pescar una sardina más al menos hasta enero. Ahora bien, también está de sobra sensibilizado en que hay que tomar medidas drásticas para recuperar el stock, aunque la fórmula elegida «non é a que máis nos satisfai», explica Andrés García, aludiendo a que Galicia había presentado un plan no tan drástico como este que ha acabado con el cierre de la pesquería a cuatro meses de que se acabe el año y cuando los barcos gallegos solo han pescado 4.700 toneladas de las 20.090 que compartían España y Portugal.

Según cálculos del colectivo, las capturas andaluzas deben estar rondando la misma cantidad de Galicia, cántabros y vascos pueden sumar alrededor de unas mil toneladas. El resto, habrían sido capturadas por la flota portuguesa, que, aún sin haber cerrado al negociación, se autoasignó el 70 % de las capturas.