El grupo explicará el día 30 a Feijoo las condiciones de la adjudicación
27 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.De aquí a final de año, Galicia se juega más de 600 millones de euros de inversión de PSA Peugeot Citroën. Aún hay tiempo. La multinacional está haciendo números y evaluando en cuál de sus dos centros de producción, Vigo o Trnava (Eslovaquia) le sale más barato lanzar uno de sus proyectos estrella (resultado de la alianza con General Motors): la producción de una nueva gama de vehículos comerciales bajo las marcas Peugeot, Citroën y Opel.
La planta gallega parte como favorita para ganar la adjudicación, que irá acompañada de una elevada inversión para el proceso de desarrollo e industrialización del producto. La multinacional no quiere dar cifras oficiales de la cantidad que está en juego, pero fuentes de sector aseguran que no bajará de los 600 millones de euros. Ponen como referencia el lanzamiento de las furgonetas Citroën Berlingo y Peugeot Partner adjudicado a la factoría viguesa (lanzadas en el 2008 y todavía en el mercado hasta que llegue el relevo, en el 2018). La inversión realizada entonces ascendió a 660 millones de euros: 326 millones destinados al desarrollo de los dos modelos y 334 millones correspondientes al gasto en acciones de investigación y desarrollo.
«Las cosas han cambiado mucho en estos años, el grupo atraviesa una situación económica difícil y los costes se han de reducido considerablemente, pero estamos hablando de un proceso idéntico, con una tercera silueta para Opel», explican estas fuentes del sector.
Apoyo económico
Recuerdan que, en el 2009, el grupo PSA presentó un plan a cuatro años dotado con 1.062 millones de inversión, para un total de cuatro lanzamientos: la nueva gama de berlinas, la segunda generación del monovolumen C4 Picasso y las furgonetas eléctricas. Para este multilanzamiento, el grupo francés recibió 40 millones de euros de la Xunta de Galicia a fondo perdido.
¿Qué apoyo económico le pedirá PSA al presidente Núñez Feijoo, en la reunión que tendrán el próximo martes, día 30, en París? Desde la multinacional se insiste en que cuando se pide ayuda de las Administraciones no se está pidiendo específicamente dinero, sino apoyo en múltiples aspectos que acompañan a un lanzamiento, desde la logística a las necesidades de suelo, por ejemplo.
A la espera de lo que Carlos Tavares, el presidente del grupo PSA, le cuente a Feijoo, la automoción gallega (un centenar de los proveedores de componentes) hace piña con la multinacional y se pliega a las condiciones de abaratamiento de costes impuestas por el fabricante.
Entre tanto, el grupo PSA anunció ayer una ampliación de capital de hasta 3,5 millones de acciones reservada a 100.000 de sus empleados (de un total de 195.000) en 14 países, esencialmente en Europa, pero también en Brasil y China.
La operación forma parte de la estrategia de anunciada por la compañía en febrero, después de la entrada en el capital como accionistas de referencia (junto a la familia Peugeot) del Estado francés y el fabricante chino Dongfeng.