El xeito apela a su carácter artesanal y pide poder seguir pescando sardina

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Tras concentrarse en el exterior de la casa consistorial de Rianxo, los armadores mantuvieron una tensa reunión en el salón de plenos.
Tras concentrarse en el exterior de la casa consistorial de Rianxo, los armadores mantuvieron una tensa reunión en el salón de plenos. m. fERREIRÓS < / span>

Hay 427 embarcaciones afectadas por la prohibición decretada por Madrid

25 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Descolocados y confundidos. Quizás esos sean dos buenos adjetivos para definir cómo dejó a los armadores del xeito -arte que tienen en su pérmex 427 embarcaciones gallegas- la prohibición decretada por Madrid la semana pasada de cerrar totalmente la pesquería de sardina. «É a primeira vez que nos vemos nunha desta», decían en una concentración que mantuvieron ayer de urgencia en Rianxo, donde esta flota tiene una importancia capital.

No saben qué ha pasado para que no puedan salir a capturar la especie pelágica, un recurso que para algunos su único objetivo y que les aboca a amarrar. Pero tienen clara una cosa: «O xeito non é o cerco. Esta é unha arte artesanal. Nós pescamos sardiña en cantidades moi, moi pequenas comparadas co cerco, dentro da nosa ría de Arousa. Pedimos por favor que nos distingan deles e nos deixen traballar», decía un perjudicado, que fue aplaudido sonoramente.

Hacer piña

El martes, vía teléfono, los armadores del xeito de toda la ría empezaron a hacer piña. Mantuvieron una asamblea y decidieron que había que hacer visible su problema. Así que amañaron unas sábanas, las convirtieron en pancartas y ayer se plantaron ante la casa consistorial rianxeira. De ella salieron los principales espadas del gobierno rianxeiro para ponerse a su lado: «As portas deste Concello están abertas para que estes traballadores do mar se manifesten, se encerren ou fagan calquera outro acto de xustiza. Falo en nome de todo o pobo: Rianxo está con vós», les dijo el regidor, Adolfo Muíños.

Luego, los armadores centraron su discurso en dos cosas. Por un lado, indicaban que resulta chocante que durante todo el año se «falase de que non hai sardiña, de que o cerco non a logra pescar» y que, sin embargo, se agotase el cupo de la especie para este año. «É algo que non entendemos», insistían.

Por otra parte, apelaban a que el xeito es un arte transmitido de padres a hijos durante generaciones que nunca en su historia se vio obligado a parar «porque non lle fai ningún dano ao mar». Los xeiteiros, que reconocen que no tienen ni idea de movilizaciones porque nunca las necesitaron, piden que les reciba la conselleira.