Draghi aviva el miedo a una tercera recesión en la eurozona

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Alerta de que la recuperación pierde impulso y pide rebajas de impuestos

23 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Seis años después del terremoto de Lehman Brothers, de dos recesiones, de montañas de sacrificios ciudadanos, de rescates millonarios a costa del contribuyente y de millones de puestos de trabajo perdidos, Europa sigue arrastrando los pies. Y sus líderes, dando palos de ciego. Sin atinar a sacarla del atolladero. Y eso que, a decir de cada vez más expertos, enfila el precipicio de una tercera recesión.

Se vuelve a hablar de crecimiento e inversión. Pero nadie concreta nada. Y en medio de este embrollo, se diría que el único que tiene claro hacia dónde hay que dirigir los pasos es Draghi. Porque el plan en el que trabaja el próximo presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, ese que pretende destinar 300.000 millones a impulsar el crecimiento, tiene mucho de humo. O eso al menos opinan los analistas, quienes critican que lo fíe casi todo a la inversión privada.

El presidente del BCE está dispuesto a poner toda la carne en el asador. Está convencido de que la política monetaria puede hacer más (la compra masiva de deuda es la única bala que le queda en la recámara). Pero avisa de que no lo puede todo. Sigue el italiano reclamando reformas estructurares y exigiendo el regreso a escena de la política fiscal y las inversiones para que vuelvan el crecimiento y la creación de empleo,

Draghi tenía ayer cita en el Parlamento Europeo. Y aprovechó su comparecencia para machacar sobre lo mismo. Alertó, por enésima vez, a los eurodiputados de que «la recuperación económica de la eurozona está perdiendo impulso». Y les vino a decir que en esto de la recuperación no hay varitas mágicas que valgan. Que la salida de la crisis solo será posible combinando medidas monetarias, reformas estructurales y estímulos fiscales. Y en este último capítulo fue tajante: «Hay que bajar impuestos, impulsar las inversiones productivas y reducir las elevadas tasas de gasto público no productivo».

Reducir la carga tributaria

Habla el banquero de reducir la carga tributaria. Esto es, lo contrario de lo que han hecho la mayoría de los Estados para cuadrar las cuentas y cumplir con los objetivos de déficit impuestos desde Bruselas. No es que Draghi esté poniendo en duda el sacrosanto Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Sigue creyendo en él a pies juntillas. Lo que dice es que para cumplir con lo que marca bastaría con meter la tijera en la Administración o, por lo menos, hacerla más eficiente para ahorrar ese dinero que ahora sale del bolsillo de los contribuyentes.

Por la parte que le toca, insistió: «Lo dije y lo repito. Utilizaremos todos los instrumentos no convencionales que sean necesarios para hacer frente a los riesgos de un período demasiado prolongado de baja inflación».