Incredulidad en el cerco al cerrarse por sorpresa toda la pesca de sardina

e. Abuín / e. mouzo REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Madrid planteará a la UE la posibilidad de otorgar ayudas a la flota afectada

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo había avanzado el secretario general de Pesca, Andrés Hermida: que se prohibiría la captura de sardina en cuanto las capturas de Portugal y de España sumasen las 20.090 toneladas que Lisboa y Madrid habían pactado para evitar que Bruselas impusiese un total admisible de capturas (TAC) a una especie que nunca había estado sujeta a esa limitación. Y desde hacía unos días había un ruxe, ruxe entre el sector de que la prohibición de la pesca era inmimente. Aún así, el cerco gallego no podía ayer dar crédito a la resolución dictada tanto por las autoridades pesqueras portuguesas como por las españolas -antes las del país vecino que las propias- obligando a interrumpir las capturas de sardina en las zonas VIIIc y IXa -es decir, desde el Bidasoa hasta el golfo de Cádiz-, dado que los alijos de la flota de un y otro lado de las raias ya han alcanzado esas 20.090 toneladas pactadas entre ambos países.

Y es que, a diferencia de otras especies que capturan, como la xarda o el jurel, en las que el Ministerio de Agricultura informa periódicamente del porcentaje de cuota consumido, en el caso de la sardina «nunca se nos dixo que o consumo era xa tan elevado», explica Andrés García, representante de Acerga (Asociación de Armadores de Cerco de Galicia). Cierto que «nós non estabamos levando a conta, pero tampouco nos dixeron en ningún momento que se nos ía pechar o caladoiro. O sector ten que saber o que ocurre», reprochó.

García descartó ayer convocar una reunión de los afectados dado el nerviosismo que imperaba en el sector. «Non se poden tomar decisións así, en quente. É mellor esperar». Esperar a que las autoridades den explicaciones sobre el cierre y a que concreten esas medidas a las que se aludieron tanto desde Galicia como desde Madrid.

Posibilidad de ayudas

La Secretaría General de Pesca aseguró ayer que está cuantificando la incidencia de este cierre y que «planteará a la UE la posibilidad de establecer medidas compensatorias para los buques y sus tripulaciones mediante su inclusión en los planes de gestión del Cantábrico Noroeste y el golfo de Cádiz». Pero «se iso se fala antes co sector e se di o que hai, non se crea este nerviosismo», apunta Andrés García.

Desde el sector están convencidos de que no es Galicia y su flota las que están detrás de tan abultado consumo y sugieren que algo podrían tener que ver quienes pretendían acaparar el 70 % de la cuota; esto es, los portugueses. El cierre llega además cuando se había encontrado algo de sardina (tras un verano casi en blanco), que se vendía a buenos precios, cuando el mal tiempo no permite ir a por la anchoa y cuando se está a punto de agotarse el cupo de xarda y de jurel, que, por otra parte, se paga a 4 euros la caja de 15 kilos.

No lo deseable, pero sí oportuno

Desde Mar aseguraron ayer que el cierre del caladero no es lo deseable, pero la medida se adopta tras haber superado las capturas recomendadas por los científicos y para tratar de evitar una imposición del TAC por parte de la UE.