AGE acusa a Mar de montar un «Gran Hermano» al grabar a la gente en la playa

redacción / la voz

ECONOMÍA

La Consellería ha puesto en marcha un proyecto, bajo el nombre de Videoguard, para luchar contra el furtivismo

18 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

AGE duda de que el proyecto Videoguard, con el que la Consellería do Mar pretende luchar contra el furtivismo en las playas, tenga respaldo legal. Según su portavoz, Juan José Fajardo, hay cámaras que captan imágenes que manejan los guardacostas, «non un corpo nin unha forza de seguridade do Estado». Y, además, la ley obliga a informar a los ciudadanos que se encuentran en un radio de diez kilómetros de que están siendo grabados, algo que no se está haciendo.

Aspectos legales al margen, está también la cuestión de la proporcionalidad: el equilibrio que ha de guardarse entre la finalidad que se busca y los medios empleados. Y en ese sentido, Fajardo considera totalmente desproporcionado «montar un Gran Hermano en Galicia» para controlar el furtivismo. «Solventar así furtivismo ou a pesca ilegal atenta contra o cen por cen dos habitantes do país que utilizan a costa e que están a ser grabados por medios que non son corpos e forzas seguridade do Estado», dijo.

El subdirector de Gardacostas, Lino Sexto, explicó que el proyecto Videoguard está en período de pruebas y que tan solo se han hecho capturas puntuales de imágenes. Añadió que graba con un sistema de pixelado «que só permite coñecer ás persoas cando forzas de seguridade do Estado así o decidan» y, por tanto, no se está incumpliendo la protección de datos. Admitió que ya se han hecho grabaciones a finales de julio «nun municipio costeiro do litoral galego». Reprochó a Fajardo su empeño por proteger «a intimidade dos furtivos», que le devolvió el ataque apuntando que las cámaras contra las irregularidades habría que instalarlas en las sedes del PP.

Botiquín

La Comisión de Pesca aprobó por unanimidad la proposición del BNG de pedir al Gobierno la exención de la obligatoriedad de disponer de un botiquín a bordo para las embarcaciones que faenan dentro de las 12 millas. Y es que según un decreto de abril del 2011, estos barcos debían estar provistos de un botiquín del tipo C, en el que llevaban desde collares cervicales o férulas de aluminio maleables hasta mantas aislantes.