Francia retira una alerta por toxina al saber que fue por problemas de higiene

redacción / la voz

ECONOMÍA

Quintana defendió el sistema de control gallegó como el mejor del mundo.
Quintana defendió el sistema de control gallegó como el mejor del mundo. eduardo pÉrez< / span>

Sigue el intercambio de datos por los otros dos lotes que detonaron la alarma

03 sep 2014 . Actualizado a las 12:54 h.

Poco a poco, la toxina está aflojando la presión sobre el sector bateeiro. Con la apertura, ayer, de dos nuevos polígonos, son ya 16 de los que se puede extraer bivalvo, de un total de 54. Y la tendencia es a mejorar, por lo que se espera que a lo largo de esta semana «se poida abrir algún máis». La conselleira de Mar, Rosa Quintana, que ayer fue entrevistada por Paloma Ferro en los informativos de V Televisión, se mostró optimista sobre la remisión de la marea roja y defendió el sistema de muestreo de Galicia como «o mellor do mundo». Y no porque aquí los controles sean más exhaustivos -ya que son los mismos que se exigen a nivel comunitario, aclaró-, pero en cuanto a frecuencia de muestreo, en algunos casos prácticamente diaria, capacidad analítica y puntos de análisis no hay otro igual. Tal es su confianza, que se atrevió a poner la mano en el fuego por el sistema que se aplica desde el Instituto Tecnolóxico do Mar (Intecmar): «É imposible que un mexillón galego que se comercialice polos cauces legais cause unha intoxicación», dijo. Y, sin embargo, en las últimas semanas alguien ha cuestionado la salubridad del mejillón gallego. Fue Francia, tras llegar a sus centros sanitarios en torno a 60 personas que habían comido bivalvo supuestamente salido de polígonos de Galicia. Quintana insiste en que todavía no se ha acreditado la procedencia del molusco que pudo haber causado las intoxicaciones alimentarias y que sigue el intercambio de datos. Pero también explicó que de los tres lotes que detonaron la alarma en el sistema de alertas rápidas de la UE, las sospechas sobre uno han sido retiradas porque se ha acreditado que el problema es achacable al operador francés por causa de las condiciones higiénicas.

De todos modos, la conselleira quitó hierro al hecho de que las autoridades galas hayan disparado la alerta, ya que «nin Francia deixou de comprar mexillón, nin baixou o prezo, nin caeu o consumo», por lo que tampoco cree que se haya «desprestixiado» el producto.

Quintana también habló de furtivismo e incidió en el empeño de la Xunta de que se modifique el código penal para que esta práctica ilegal sea tipificada como delito, pues «é un roubo no dominio público onde desenrolan a súa actividade os profesionais e incluso incide na saúde pública, dado que o marisco non pasa ningún tipo de control sanitario».

«Es imposible que un mejillón gallego adquirido por los cauces legales cause una intoxicación»

Rosa Quintana