El nuevo máximo representante del sector pesquero en el puerto de Marín afronta su mandato en un momento crítico para la flota de altura
01 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Con 38 años, usted toma el relevo de Luis Santiago en la cofradía del puerto más importante de la ría de Pontevedra.
-¿Qué le decidió a convertirse en patrón mayor de Marín?
-Me convencieron los compañeros porque Luis Santiago, el anterior patrón mayor, ya no quería continuar. Mi único deseo es darle continuidad a esta tradición tan bonita como es la cofradía como órgano de representación de la gente que vive del mar y tratar, en estos tiempos tan complejos, mantener esta llama con vida y darle futuro si puede ser.
-Marín en los últimos veinte años ha sufrido una caída brutal, con flotas emblemáticas hoy casi desguazadas. ¿Hay futuro para la pesca en este puerto?
-Yo creo que sí, pero el futuro hoy en día ya no depende solo de las personas, sino de las autoridades y en Europa la pesca quizás no sea la niña bonita. Tiene mucha presión y ahora van contra las artes de arrastre que son artes que en el puerto de Marín llevan cientos de años utilizándose, están mal visto, incluso se ha intentado prohibirlos. El futuro, desde aquí tenemos ganas de seguir luchando, pero a veces no es solo nuestra voluntad. Quizás nos tengamos que reconvertir o buscar nuevas artes o caladeros. Aquí al menos hay gente con tradición y ganas y espero que podamos seguir poniendo a Marín en el mapa como puerto pesquero.
-Marín ha dejado de ser la primera lonja en su ría. ¿Se puede reinvertir esta tendencia?
-Es complicado pero no imposible. Los mercados hoy en día no están en su mejor momento, son cosas vivas. Todo depende de cómo vaya el país. Marín es pequeñito pero tiene unas conexiones que a la hora de explotarlo viene muy bien. Voluntad tenemos, esperemos que seamos capaces de llegar a buen puerto.
-Una de las flotas más perjudicadas son los cefalopoderos.
-La mayoría de los barcos se han desguazado, no hay donde llevar el barco. Pero los caladeros internacionales no dependen de los países sino de la UE y la Unión este tipo de acuerdos no los apoya demasiado porque entiende que deben ser los países del tercer mundo los que deben hacerlo. Esto no tiene mucha solución, las alternativas para esta flota no son muy rentables. Los gallegos han buscado por el mundo y han encontrado, espero que sean capaces de encontrarlo, si no es Mauritania, que sea otro.
-¿Por qué esta mala imagen de la pesca gallega en Bruselas?
-Entiendo que hay campañas mediáticas donde grandes organizaciones subvencionan a otras organizaciones ambientales para que presionen a determinados sectores y creo que es lo que está ocurriendo. Hay un gran mercado, que es el de Europa del sur y cuanto menos pescado consumamos del natural abrimos mercado para grandes empresas que traen pescado de otras partes del mundo o de la acuicultura. Todo son intereses económicos. No es otra cosa. La pesca irresponsable sucede en todo el mundo y como en todas partes los hay buenos y malos, pero en todas partes, no solo en la gallega.
-¿Qué le espera al arrastre?
-Ahora mismo hay un período de cuatro años para estudiar los efectos de su prohibición, pero la campaña continúa y va a ser una lucha que tienen que liderar las asociaciones de pesca de arrastre de toda Europa. Es una lucha complicada. Yo, por ahora, veo unos años de tranquilidad, pero todavía, como quien dice, tenemos esa amenaza muy presente. Espero que con los cambios que va a haber en Europa se suavicen estas posturas, pero bueno, son esperanzas otra vez, esperanzas.
-Entonces, ¿qué impacto tiene el arrastre en el mar?
-Es un arte totalmente fiscalizado, legislado, controlado y supervisado, por lo menos el europeo. Es un sector responsable que cada vez más está en el siglo XXI y que reconoce que tiene que trabajar de una forma responsable y que así lo entiende y lo asume. El mar no es un supermercado y no sabes siempre lo que vas a traer al aparejo, por lo que hay que buscar soluciones para cuando haya alguna mala actuación, pero no entender el arrastre como arte negativo. No pesca en las zonas de cría ni de roca. Una red no puede ir a la roca porque se rompe. Son artes que solo trabajan en el mar, no están fijas trabajando. Su impacto es mucho menor que otras muchas, pero no se ha hecho fuerza suficiente para dar publicidad de las cosas buenas del arrastre.
-¿Qué papel tiene la bajura en Marín?
-Es la primera línea de calidad en la pesca, algo que tendríamos que valorar y tratar de mejorar y publicitar. Es una vía de futuro para este puerto. Además, Europa entiende bastante bien la bajura.
-Este año ha sido terrible para la gente del mar en este puerto.
-Sí, por desgracia las fatalidades ocurren en tierra, mar y aire. Están al orden del día. Deseamos que nunca pase esto, pero lo único que podemos pedir es que la gente tenga cuidado, que ante el mínimo problema venga para tierra, pero ya sabes carreteras modernas y accidentes igual.