Baja la presencia de toxinas en los polígonos mejilloneros, según la Xunta

redacción / la voz

ECONOMÍA

Todos los polígonos y zonas abiertas presentan en las analíticas valores de toxicidad inferiores a los legalmente establecidos

01 sep 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El Instituto Tecnológico para o Control do Medio Mariño (Intecmar) constató una mejoría en la presencia de biotoxinas marinas en los polígonos mejilloneros y en zonas de producción de mariscos. Así, las analíticas realizadas por este centro avalaron la apertura, el pasado viernes, de seis polígonos de mejillón en la ría de Arousa y de las zonas II de moluscos de esta ría y de la de Vigo.

Según la Xunta, comparando las analíticas realizadas con las de las semanas centrales del pasado mes de agosto, se detecta un descenso en la concentración de células de fitoplacton tóxico, lo que indica una fase descendiente del episodio de marea roja. Todos los polígonos y zonas abiertas presentaban valores de toxicidad inferiores a los legalmente establecidos, que se deberán consolidar en los próximos estudios para que la situación vuelva a la total normalidad.

El Gobierno autónomo recuerda que el sistema de control empleado por Intecmar es puntero y exhaustivo y permite detectar la presencia de situaciones naturales adversas como la presencia de toxinas en los moluscos, la conocida como marea roja. Cuando se registran niveles superiores a los permitidos es preciso prohibir la extracción y comercialización de los productos en las zonas afectadas, ya que aunque las toxinas no afectan en absoluto al bivalvo, si pueden tener efectos negativos en la salud del consumidor.

Campaña de prestigio

Tras la falsa alarma generada en Francia por la supuesta comercialización en ese país de mejillón gallego contaminado, la Xunta y el sector trabajan para buscar fórmulas que eviten situaciones como las vividas el pasado mes. Se trabaja en mejorar los mecanismos de comunicación y la información transmitida por las autoridades sanitarias.

El Gobierno gallego recuerda que, como ocurrió en otras situaciones parecidas, desde Francia no se aportó ni una sola analítica que confirmase la toxicidad del mejillón gallego, por lo que los productores siguen vendiendo el bivalvo en ese país como venían haciendo hasta ahora, al ser de mayor calidad que el autóctono.