«Desde el punto de vista de la salud pública, hay un protocolo que Francia sigue de una manera estricta. Hay una intoxicación, se analiza qué alimentos están implicados y se toman medidas preventivas, como su retirada del mercado y una notificación al sistema de alertas rápida. Sobre esto no tenemos nada que decir. Pero el desprestigio de nuestro mejillón es lo que tenemos que abordar con las autoridades francesas, para que mientras la investigación no esté finalizada de alguna manera no se perjudique al buen nombre del mejillón gallego y del sistema de control», explica Maneiro.
-Desde el minuto uno, la conselleira ya dijo que lo fácil era culpar al mejillón gallego. ¿Por qué lo hacen?
-Tenemos una confianza absoluta en el sistema de control, del Intecmar, de productores, depuradores y comercializadores. Pero también hay que ponerse en la piel del otro país. Vale, hay unos intoxicados por un alimento y comprueban que uno de ellos es el mejillón. Imagino que comieron más cosas, pero toma medidas contra aquellos que son susceptibles de provocar esa intoxicación. Si eso coincide con un cierre de polígonos en Galicia pues es fácil echarle la culpa al mejillón gallego. Pero, ¿solo comieron mejillón?
-¿Hay un plazo para presentar las analíticas?
-No, cuando las acaben. Si nosotros nos viéramos en una tesitura similar, al día siguiente o 48 horas después hubiéramos tenido los resultados. Y ya ves Francia.
-Cuando se lanza una alerta que no queda en nada, ¿suelen pedir disculpas o algo?
-Una vez esté todo aclarado pediremos una reunión con las autoridades francesas para tratar de que estas alertas aun siguiendo el procedimiento establecido no causen estos problemas comerciales. Que se retire el producto y se analice rápido, para esto vamos a ofrecer toda la colaboración del Intecmar y de la consellería.