El sur se resigna y «mima» el bivalvo para evitar que se vaya al fondo

m. h. RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

22 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Mientras en Sada se descarga todo el mejillón posible aprovechando que está libre de toxina, en la ría de Arousa, la más importante para el sector bateeiro gallego, no queda otra que resignarse y cruzar los dedos para que la marea roja se disipe. Eso, e intentar darle «todos os «mimos posibles» -tal y como señalaba un productor- al bivalvo para que no se vaya al fondo. De ahí que se continúe yendo a las bateas a hacer desdobles y labores de mantenimiento.

En esos viajes de las mejilloneras a los muelles hay un tema de conversación cada vez más frecuente: los productores dicen que el mejillón está flojo en las cuerdas y que si la marea roja se prolonga se corre el riesgo de que la producción acabe descolgándose. Esta situación se vivió el año pasado, cuando el episodio tóxico veraniego se alargó en el tiempo y el mejillón se acabó yendo al fondo. Hubo productores que aseguran que perdieron un porcentaje grande la cosecha.

Unos y otros insisten en que como mucho el bivalvo puede aguantar bien hasta mediados de septiembre, siempre y cuando antes no haya temporales, cosa poco probable. La incógnita es si en esa fecha estará libre o no la ría de la dichosa marea roja.