Gowex admite haber falseado las cuentas y pide el concurso de acreedores

Mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Dimite el presidente tras atribuirse la autoría del engaño ante el juzgado y el consejo

07 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Tenía todos los ingredientes para acabar convertido en el escándalo del verano. Y vaya si lo ha hecho. Después de una semana plagada de rumores, comunicados y desmentidos, el culebrón de Gowex saltó ayer por los aires. Agobiado probablemente por la presión, y ante la certeza de que, más pronto que tarde, sus manejos acabarían saliendo a la luz, el consejero delegado y presidente de la empresa suministradora de wifi gratuita, Jenaro García, acudía voluntariamente al juzgado para confesarse culpable de haber falseado las cuentas de la compañía, al menos durante los cuatro últimos años. Él mismo relataba sus pasos poco después en su cuenta de Twitter. «Realizada mi confesión voluntaria en los juzgados Estoy dispuesto a asumir las consecuencias y a colaborar con la Justicia. Encaro las cosas», resumía en un tuit poco antes de las tres de la tarde. Antes, a las 10.45 horas, ya había utilizado esa misma red social para pedir disculpas. «Pido perdón a todos. Lo siento de corazón», había soltado. Eran sus primeras declaraciones en días.

Consejo y dimisión

La víspera, ya había confesado sus tejemanejes al resto de los miembros del consejo de adminitración de Gowex, a quienes no les quedó otra que aceptar la dimisión y solicitar el concurso voluntario de acreedores, «ante la previsión de que la sociedad no pueda hacer frente a sus deudas».

Todo comenzó el pasado martes, cuando Gotham City Research, una casi desconocida firma de análisis que también invierte en operaciones especulativas a corto plazo, sacaba a la luz un demoledor informe, en el que aseguraba que las acciones de Gowex no valían nada porque, advertía, sus cuentas estaban falseadas. Llegaba a decir que sus ingresos reales no eran, ni de lejos, los que declaraba. Que apenas alcanzaban el 10 % de lo que decían. E iba mucho más allá, afirmando incluso que la compañía había facilitado a los inversores información falsa sobre los contratos suscritos con las autoridades de algunas ciudades, como Nueva York, para proveerlas de wifi. Hasta afirmaba que los principales clientes de Gowex eran sociedades instrumentales a las que Jenaro García había dado vida. Y lanzaba una advertencia: cuidado, que estamos ante otra Pescanova, venía a decir el informe. Su título «Let?s Gowex: La Charada Pescanova», no dejaba lugar a dudas.

Todo un bombazo, que hundió la cotización del proveedor de redes wifi. Tanto es así, que las acciones perdieron un 60 % de su valor en dos sesiones, las que tardaron los responsables del Mercado Alternativo Bursátil (MAB, donde cotiza Gowex) en suspender la cotización y pedir explicaciones.

Matar al mensajero

Al principio, las sospechas recayeron en Gotham. Y el hecho de que ésta reconociera en el informe que la caída de la cotización de Gowex podría reportarle beneficios, no ayudó precisamente a despejar las dudas que se cernían sobre tan misteriosa firma.

La estrategia de Gowex fue la de la huída hacia adelante. Cargaron contra Gotham. «La información emitida es manifiestamente falsa», dijeron, para añadir después que «con la mayor brevedad» procederían a «publicar las medidas de defensa emprendidas, así como de la información, exhaustiva y contrastada por fuentes independientes ,para rebatir la manipulación».

No es que los responsables de Gowex hicieran demasiados aspavientos ante, según ellos, tamaña infamia. Pero, para algunos fue suficiente. Resultaba más fácil creer la versión de una de las empresas estrella de la Bolsa española durante los dos últimos años que dar pábulo a las afirmaciones de la sospechosa Gotham. Cómo iba a ser un fraude aquello. Una empresa con tantos premios no podía engañar así a los inversores. Pues lo era. Los analistas de Gotham sabían muy bien de lo que hablaban.