Elvira Rodríguez exime de responsabilidad a la CNMV en el caso Pescanova

m. b. SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Aduce que, mientras los analistas preveían un crecimiento del 20 % para la compañía, el organismo se encontró, por sorpresa, con una solicitud de preconcurso de acreedores

26 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Elvira Rodríguez, eximió ayer de cualquier responsabilidad al organismo que dirige en el desmoronamiento de la multinacional gallega Pescanova. En el transcurso de un coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y la consultora KPMG, la máxima responsable del supervisor recordó que mientras las analistas preveían un crecimiento del 20 % para la compañía, el organismo se encontró, por sorpresa, con una solicitud de preconcurso de acreedores.

«A partir de ahí, vimos que la normativa relativa a sociedades y mercado de valores no se estaba cumpliendo, y considero que dimos una respuesta rápida», dijo. Elvira Rodríguez puso el foco en la cúpula de la empresa como principal responsable del estado real de las cuentas y su nivel de endeudamiento. «Es evidente que el consejo de administración no funcionó», dijo al ser preguntada.

Preferentes

Sobre otra de las cuestiones de mayor actualidad en Galicia, la controvertida emisión de preferentes y subordinadas que ha atrapado a miles de pequeños ahorradores, la máxima responsable de la CNMV volvió a tirar del mismo hilo argumental que utilizó hace unos días en Santander: la defensa de la tesis de que con los mecanismos de supervisión actuales se trata de un producto que no se habría prohibido.

En este sentido, Elvira Rodríguez cree que el trabajo tendría que haber ido encaminado a dotar de una mayor información a los ahorradores minoristas y si estos productos eran o no los adecuados para ese perfil de inversor. A su juicio, fue la crisis y el deterioro de la rentabilidad lo que hizo que se dieran las condiciones para que muchos inversores perdieran dinero.

«Las participaciones preferentes no eran un producto podrido sino que reportaban un tipo de interés razonablemente alto o muy alto, pero ni los que compraban y comercializaban pudieron prever lo que iba a ocurrir», sostuvo, tras enfatizar que los mayores problemas se concentraron en las cajas de ahorro intervenidas.

Supervisión

En el transcurso de su alocución ante un auditorio con representación de las principales empresas gallegas, la presidenta de la CNMV, en relación a la crisis, se refirió a la elevada «asunción de riesgos excesivos por parte de las empresas» y a la «falta de transparencia» como dos males que provocaron una gran desconfianza en los inversores.

Elvira Rodríguez espera que la CNMV cierre el código de buen gobierno en enero del próximo año, al igual que la ley de sociedades, para que las empresas empiecen a dar cuenta de las nuevas normas desde el 2016 sobre los resultados cerrados del ejercicio anterior, según explicó.

Preguntada sobre la actividad sancionadora del organismo, su responsable explicó que la estrategia de la CNMV pasa por anticiparse a los problemas «con una supervisión preventiva» por el elevado volumen de efectivo que los ahorradores traspasan a productos financieros. Una línea de trabajo, a su juicio, determinante para detectar con anterioridad problemas que se puedan derivar de la comercialización de productos financieros.