Prostitución, droga y clases particulares a 20 euros/hora

ECONOMÍA

Si se trata de incrementar el PIB, llama la atención que a las autoridades europeas no se les haya ocurrido incluir el dinero que generan las clases particulares

15 jun 2014 . Actualizado a las 12:20 h.

La noticia se conocía esta semana: a la vuelta del verano, concretamente el 25 de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzará a contabilizar como riqueza del país las actividades económicas como el contrabando, la prostitución y el tráfico de drogas. Calculan los que nos gobiernan que el PIB crecerá entre 27.000 y 45.000 millones de euros. Casi nada.

Teniendo en cuenta los nuevos parámetros, Galicia será una potencia económica. Sin duda. Hemos tenido todo tipo de clanes toxicómanos (los Charlines, los Oubiña, los Miñanco...) y los burdeles de carretera se encuentran curva sí y curva también.

Pero si de lo que se trata es de incrementar el PIB de una manera artificial (ni a usted ni a mí nos va a aportar nada que se contabilice en una estadística la riqueza generada por unas actividades económicas clandestinas si no se tributa por ellas) llama la atención que a las autoridades europeas y españolas no se les haya ocurrido incluir en la nueva estadística el movimiento de dinero que generan las clases particulares de los chavales. ¡Todo un lujo que solo se pueden permitir los bolsillos de algunos!

Hay especialistas en impartir todo tipo de asignaturas a unos precios astronómicos teniendo en cuenta los rejonazos que les han metido con la reforma laboral a los de la nómina. Empecemos por las clases de idiomas: inglés, francés, gallego, alemán y chino, que son las que más abundan y también de las más caras. Los precios en este caso suelen oscilar entre los 10 y los 25 euros la hora si la clase es individual. Sin embargo no es extraño encontrar grupos reducidos de 3, 4 o 5 chavales que cada uno de ellos abona entre 10 y 15 euros la hora. La destreza con el piano, el violín y la guitarra también puede intentarse conseguir con horas de esfuerzo y pagando los mismos precios. Pasemos a los profesores de matemáticas, de física y de química, cuyas tarifas son, habitualmente, más económicas. Quizá porque suelen ser estudiantes de ingeniería o de ciencias matemáticas que intentan compatibilizar el estudio y el trabajo. Diez euros por 60 minutos es un precio habitual. Eso sí, el coste puede subir si el que le da la clase a su hijo es el mismo profesor que tiene en el colegio en el que estudia o un compañero de este.

Por último, está el área de letras (literatura, lengua castellana, etcétera). En este caso, el abanico de enseñantes se amplía, pero los precios son prácticamente los mismos. Quizá pueda encontrarse alguna oferta a 8 o 9 euros la hora. Pero no es habitual.

Y ahora que llega el veranito, la actividad económica que generan las clases particulares se multiplica. ¿Por qué? Porque la ciencia infusa sigue sin dar frutos, y los chavales que han cargado no tienen más remedio que buscarse un profesor particular si quieren aprobar en septiembre. La clase la pueden recibir en casa, en una academia o en el hogar del profesor, pero nunca en su colegio. Estará cerrado por vacaciones. Quizá vaya algún profesor un par de horitas por la mañana de medio mes de julio para resolver asuntos de papeleo, pero nunca, nunca, para impartir las clases a los alumnos que han suspendido. El cansancio se acumula. Sobre todo entre los alumnos que suspenden, que tienen que seguir trabajando y.... pagando esas clases particulares por las que no se suele cotizar a Hacienda ni a la Seguridad Social. ¿No sería más lógico que los exámenes de septiembre se realizasen en julio, como ya ocurre en la universidad, y hasta ese momento los colegios estuviesen abiertos y funcionasen como el resto del año?

No cabe ninguna duda: Galicia es sin duda una potencia económica.