Galicia apenas coloca el 3,4 % de su exportación en países emergentes

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

La comunidad sigue sin ganar mercados que refuercen su competitividad

09 jun 2014 . Actualizado a las 10:38 h.

El récord alcanzado por las exportaciones gallegas en el 2013, algo más de 18.400 millones de euros, una cifra equivalente al 7,7% de todo lo que España comercializó en el extranjero, han contribuido en plena crisis a construir la imagen de Galicia como una potencia exportadora. Sin duda, el sector exterior goza de un dinamismo incuestionable y constituye el verdadero dique que contiene un drama mayor en la factura de esta crisis. Sin embargo, una radiografía más detallada sobre su estado de salud y su competitividad arroja conclusiones más desalentadoras. Por ejemplo, la incapacidad de Galicia para ganar nuevos mercados. Sobre todo en las economías mundiales emergentes, capitaneadas por Brasil, India, China, Rusia y Sudáfrica, conocidos como BRICS.

Se trata de mercados atractivos en un contexto de crisis en la Eurozona. El último informe de coyuntura presentado por el Foro Económico de Galicia revela que estos países concentran solo el 3,4 % de las ventas exteriores de la comunidad gallega. En contraste, la UE, con Francia, Portugal e Italia como principales destinos, representan el 67,4 % de las exportaciones, una concentración geográfica que no es precisamente lo que distingue a aquellas economías mundiales con los sectores exteriores más competitivos.

Dos sectores tractores

Tampoco estos países presentan una característica que singulariza la internacionalización de la economía gallega: solo la fabricación de vehículos de motor y la confección de prendas de vestir acapararon durante el pasado año 2013 el 40,1 % de todo lo que Galicia comercializó en el extranjero. Y ello obedece sobre todo al papel preponderante de gigantes como Inditex y Citroën. Dos actores de gran nivel, que colocan a Galicia en el mundo, pero que tapan la otra realidad de un sector exterior mucho menos competitivo. Esto explica, por ejemplo, que la comunidad acapare el 7,7 % de la exportación española -dos puntos por encima de lo que pesa la economía gallega en el conjunto del Estado - y que, sin embargo, Galicia solo represente el 4,3 % de las empresas exportadoras que hay en España, tal y como recuerda el profesor y economista Albino Prada.

Mientras Galicia depende en su sector exterior de la salud de hierro de Citroën e Inditex, otras economías europeas, como Alemania o Francia, por ejemplo, han sido capaces, gracias a su especialización productiva, de ganar gigantescos mercados mundiales como el indio o el chino sobre la base de colocar productos de alto valor añadido, como es el caso de los navíos de lujo, el material ferroviario de última generación o todo lo relacionado con la industria aeronáutica.

Y son precisamente los países cuyos Gobiernos han diseñado una estrategia de especialización, los que han invertido en innovación y los que han potenciado una dinámica de alianzas empresariales -clústeres- los que consolidan una posición exterior mucho más competitiva. Justo lo contrario de lo que ha venido sucediendo en Galicia desde hace décadas, y en el conjunto de España, muy lejos todavía de alcanzar una posición en los mercados exteriores que le permitan compararse a economías como la francesa o como la alemana.