«La alegría», nuevo medidor económico para Soraya Sáenz de Santamaría

La Voz

ECONOMÍA

La vicepresidenta cree que hay datos para la esperanza y asegura que basta salir a la calle para ver que «hay más alegría»

20 may 2014 . Actualizado a las 20:28 h.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, asegura tener datos que permitan ver la luz al final del túnel. No se trata de datos bursátiles, ni atañe directamente a la balanza comercial. Tampoco habla de las tan preocupantes cifras del paro y mucho menos del consumo. Lo que a Soraya Sáenz de Santamaría le ha impulsado a tener una nueva «sensación de esperanza» es nada más y nada menos que «la alegría que se ve en las calles».

Así lo ha querido expresar este martes en Valladolid durante un encuentro con unos quinientos empresarios de Castilla y León. La vicepresidenta ha vanagloriado todas y cada una de las medidas que en estos últimos meses ha aplicado su gobierno y que según sus propias palabras han supuesto «un golpe de timón» respecto a la ausencia de decisiones del anterior Ejecutivo.

Un repaso por lo que está por venir y por los esperanzadores datos macroeconómicos publicados recientemente, han sido los dos ejemplos en los que la vicepresidenta se ha apuntalado para apoyar una vez más las medidas de su partido, decisiones que sin embargo ha asumido que «no siempre han sido populares». Todo vale, y Sáenz de Santamaría ha querido remarcar que gracias a todo el esfuerzo de estos últimos meses «España puede aspirar a ocupar un papel de liderazgo» en el contexto europeo, al crecer por encima de la media en el 2015.

Para la vicepresidenta, es la «determinación, el esfuerzo y la responsabilidad» con la que han actuado en su opinión el Gobierno y los empresarios, lo que posibilita que se comiencen a ver «señales positivas cada vez más cercanas, con datos que influyen en la vida real». Pero no es oro todo lo que reluce, y Sáenz de Santamaría ha querido apostillar que para que la «alegría sea definitiva» se debe crear empleo.

Sobre los efectos que hubiera tenido el rescate de la economía española por parte de la Unión Europea, Sáenz de Santamaría ha reconocido que son difíciles de determinar, aunque ha pedido mirar a los países que sí fueron intervenidos, y ha ensalzado la «decisión de una persona», el presidente del Gobierno, para hacer «algo que muchos dejaron de hacer: confiar en España y los españoles».

Pero la vicepresidenta ha reconocido que aún restan deberes por hacer para el Ejecutivo, entre los que ha destacado una «reforma fiscal importante e integral» de un modelo que «se ha ido parcheando» pero que necesita ser «más equitativo, con más lucha contra el fraude y que beneficie a las pymes y los trabajadores».

Otra de las iniciativas que está por definir es la reforma de la unidad de mercado, sobre la que ha reflexionado al decir que «no es posible» que sea más fácil exportar al extranjero que vender en otras comunidades autónomas vecinas.

Sáenz de Santamaría ha relacionado estas reformas pendientes con «un impulso que tiene que venir de Europa» y por esto ha vinculado la evolución futura de la economía con el resultado de las elecciones europeas del próximo 25 de mayo, que deben servir para «afianzar la recuperación española».

«No podemos dar marcha atrás, sabemos lo que ocurre con la falta de actitud o el desaliento», ha sostenido la vicepresidenta, quien ha pedido a los centenares de empresarios reunidos en el acto que ayuden al PP a «perseverar en esta línea» porque es «la única posible» para consolidar el crecimiento económico.

España es la nueva Alemania

La alegría de Soraya Sáenz de Santamaría ha debido de contagiar a sus otros compañeros de partido. El vicesecretario general de Estudios y Programas y número dos de la lista del PP al Parlamento Europeo, Esteban González Pons, afirmaba esta semana que las cosas «van ahora mejor» que hace dos años y medio, según reflejan datos como que «en el último mes se han creado 7.000 puestos de trabajo diarios y se han firmado 6.000 contratos fijos» o el hecho de que España crezca más que Francia, Italia y Portugal, lo que hace de España «la Alemania del sur».

Sin embargo, González Pons ha advertido que «el trabajo no está terminado», una premisa con la que ha aprovechado a situar la cita de el domingo 25 de mayo entre las más importantes de los españoles. Para González Pons «las elecciones europeas son decisivas» de cara al futuro; por lo que ha llamado a movilizarse con «el objetivo de que no se impongan los mismos que nos metieron en la crisis».

Además, con motivo de su visita a Mallorca por las elecciones europeas, González Pons ha dicho que «España no tiene un futuro de prosperidad sin el turismo» y «hablar de prosperidad, ha añadido, es hacerlo de bienestar».

«Porque, según ha aseverado, donde hay industria y trabajo se pagan impuestos, cotizaciones a la Seguridad Social y se mantienen la Educación y la Sanidad Pública de calidad».

Por eso, González Pons ha advertido de «la dificultad de sostener el Estado del bienestar sin un sector turístico puntero» y que «cuente con el respaldo de las Administraciones Públicas».

En este sentido, ha dicho que «el turismo es el futuro y, para que haya un futuro de calidad, debe apostarse por un turismo de calidad, porque con un turismo que funcione habrá un país que funcione».