El arrastre gallego exige que los lusos amarren el fin de semana

Espe Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los arrastreros quieren que los portugueses cumplan las mismas reglas que los nacionales.
Los arrastreros quieren que los portugueses cumplan las mismas reglas que los nacionales. césar quian< / span>

Cargan contra Madrid por haber devuelto la ventaja competitiva a Portugal

26 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Recuperar el acuerdo de pesca con las mismas letras que tenía en diciembre pasado. No hay otra. Los armadores gallegos de buques de arrastre que faenan en el Cantábrico exigen que el pacto entre España y Portugal vuelva a imponer a las embarcaciones de bandera portuguesa que operan en aguas españolas que cumplan las normas de este país y amarren el fin de semana. Una antigua reivindicación que los profesionales gallegos vieron por fin materializada en diciembre pasado, aunque apenas pudieron paladearla durante tres meses: a finales de marzo, Agricultura, alegando supuestos perjuicios a la flota española por el exceso de celo de los inspectores portugueses, decidió eliminar el que para la flota gallega era el principal logro del acuerdo, y permitieron que los portugueses volviesen a trabajar los sábados y domingos en el caladero.

Crear un descanso semanal para los lusos a base de imponer horarios de descarga en puerto y topes de captura a través de las organizaciones de productores -tal y como propone Madrid- es inviable. Lo sabe, incluso, la Administración autonómica, que todavía no se ha repuesto del sobresalto de ver mudado en marzo un convenio firmado en diciembre y sin haber sido informada ni consultada sobre ese cambio.

«Feita a lei, feita a trampa», dice Torcuato Teixeira, secretario xeral de Pescagalicia, que explica que los empresarios lusos podrán esquivar esas normas sectoriales solo con enviar las capturas al mercado portugués -destino que en muchos casos también tienen las de la flota gallega- o descargando en puertos portugueses como Matosinhos. Por eso que la solución solo pasa por recuperar el acuerdo inicial firmado en Bruselas el 16 de diciembre.

Caída de precios

Teixeira asegura que los armadores arrastreros ya han apreciado alteraciones en el mercado desde que los portugueses han vuelto a tener hábiles para la pesca los sábados y los domingos. Así, «despois de unhas semanas con bos prezos, xa se notou o baixón nas subastas dos luns». Lo corroboraba, indignado, un armador coruñés, que el martes pasado comprobó cómo pasaba de 40 euros la caja a 15 la cotización del jurel nada más dejar en puerto un barco portugués mil cajas llenas de esa especie.

Así, los armadores están en negociaciones con la Administración autonómica para intentar recuperar una coletilla que, a su juicio, supone la frontera entre trabajar en igualdad de condiciones y la competencia desleal. Una ventaja competitiva de la que son conscientes los propios portugueses, que abroncaron a su ministra, Assunçao Cristas, por haber firmado un convenio que eliminaba la ventaja competitiva que hasta entonces tenía la flota de ese país.

Problemas en el golfo de Cádiz

Y lo peor de todo es que la modificación -hecha a espaldas del sector gallego- se ha realizado, al parecer, porque habían surgido problemas en el golfo de Cádiz, donde la flota faena el fin de semana y se veían atosigados por los inspectores y su interpretación del convenio. En lugar de «facer unha excepción específica para o sur, converten de novo nos paganinis á flota galega e se lles exime aos portugueses no Cantábrico de ter que cumplir o descanso semanal», dice Teixeira.