La banca y Pescanova no logran pactar un convenio de salvación

M. Sío Dopeso / Gabriel Lemos REDACCIÓN, BARCELONA / LA VOZ

ECONOMÍA

Vuelven a enrocarse en la deuda a recuperar, pese a la salida de Damm

25 abr 2014 . Actualizado a las 12:27 h.

El último intento para evitar la liquidación de Pescanova es ya casi una misión imposible. A los impedimentos jurídicos que supone el cambio de una propuesta de convenio de acreedores, teóricamente inmodificable, se suma la incapacidad de bancos y consejo de administración para alcanzar un acuerdo, a pesar de la retirada del grupo Damm.

La intención de ambas partes era llevar hoy al juez concursal, Roberto de la Cruz, un documento de convenio modificado, en el que los siete mayores acreedores financieros de Pescanova (Sabadell, Popular, NCG, Caixabank. BBVA, UBI y Bankia, que ha vuelto a sumarse al pool) pasarían a ocupar el puesto del consorcio Damm-Luxempart para capitanear la operación de rescate.

El encuentro estaba previsto para esta mañana en el Juzgado Mercantil 1 de Pontevedra. Pero las reuniones preparatorias de ayer evidenciaron que el escollo para el acuerdo sigue siendo el mismo, aunque Damm ya no esté en la operación: la recuperación de la deuda.

Los consejeros independientes que promovieron este nuevo intento de acuerdo con la banca al margen de la familia Carceller mantienen la misma postura que ha defendido en los últimos meses el grupo cervecero catalán, y comprometen 700 millones de devolución. Los bancos, por su parte, siguen reclamando al menos un tercio del crédito, es decir, 1.000 de los 3.000 millones de euros que tienen metidos en la compañía.

Llegados otra vez a este punto de enrocamiento, y con tan solo cuatro días laborables por delante para poder llevar al juez una propuesta conjunta, la liquidación de Pescanova se dibuja cada vez más nítida.

El próximo miércoles, 30 de abril, finaliza el plazo de adhesiones a la propuesta de convenio en vigor, presentada por el consorcio Damm-Luxempart. A falta de un nuevo documento o de la modificación del existente, ese sería el texto definitivo de votación. Su aprobación está descartada, ya que cuenta con el rechazo de los acreedores financieros, que representan al 70 % de la deuda concursal de Pescanova (3.600 millones).

Cañete hace campaña

Mientras los bancos y el consejo se dan hoy una nueva oportunidad para acercar posiciones, el todavía ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que hasta ahora no había intervenido en el problema, aprovechó un acto electoral celebrado ayer en Madrid para advertir a la banca acreedora y al consejo de administración de Pescanova de que el peor escenario posible para la pesquera es la liquidación de la compañía. «Estoy convencido de que se impondrá el sentido común, no habrá venta de activos y no se perderá ni su valor ni su potencial, sobre todo que no se destruya el empleo», dijo.