La banca logra apartar a Damm y asume el rescate de Pescanova

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Demetrio Carceller, en el consejo de administración que en septiembre del 2013 desbancó de la presidencia a Manuel Fernández.
Demetrio Carceller, en el consejo de administración que en septiembre del 2013 desbancó de la presidencia a Manuel Fernández. m. moralejo< / span>

Los acreedores financieros tomarán el control vía convenio o liquidación

24 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si a día de hoy, a una semana de que venza el plazo legal para que Pescanova enfile la liquidación, hay alguna posibilidad de que el convenio de acreedores salga adelante, será ya sin el grupo Damm, autor de la propuesta, en consorcio con Luxempart.

El grupo catalán, que es accionista mayoritario de la compañía (7,8 %) y domina el consejo de administración que desbancó a Manuel Fernández de Sousa y aupó a la presidencia a Juan Manuel Urgoiti, ha fracasado en su intento de hacerse con el control del grupo pesquero.

Con la banca acreedora y parte de los consejeros de Pescanova en contra, la empresa cervecera se bate en retirada o, cuando menos, ha aceptado apartarse para que los bancos Sabadell, Popular, Caixabank, NCG y BBVA asuman su papel e intentar sacar adelante el mismo convenio que no han querido apoyar, con las modificaciones necesarias para dejar fuera de juego a Damm y Luxempart.

Damm mantiene silencio y se remite a Pescanova, que mantiene mutismo absoluto sobre lo que su revolucionado consejo, el administrador concursal (Deloitte) y los bancos están cocinando para conseguir que el juez, Roberto de la Cruz, acceda a modificar el texto del convenio de acreedores.

«Todo avanza por buen camino para que sea esa la fórmula. Siempre que lo autorice el juez», aseguraron ayer fuentes financieras. El problema es que el magistrado ya dejó bien claro en una providencia emitida a petición de Damm (para introducir mejoras que no consiguieron la adhesión de los bancos) que el texto ya no podría sufrir más modificaciones.

Difícil encaje legal

Por otra parte, existe el problema del tiempo, que Pescanova ya no tiene. En apenas seis días, los bancos tendrán que llevar al juez el nuevo texto, sin posibilidad de una prórroga, como la concedida de 15 días (el plazo inicial de adhesiones finalizaba el 14 de abril), según decretó De la Cruz en otra providencia.

Fuentes jurídicas explican que existe la posibilidad de que la banca acreedora redacte un nuevo convenio y lo lleve ante el juez con más del 51 % de las adhesiones cerradas, pero tendría que hacerlo antes del día 30, lo que resulta técnicamente muy complejo, aunque no imposible, ya que solo los cinco bancos citados representan el 46 % de una deuda de 3.600 millones de euros, y la mayor parte de los acreedores financieros españoles estarían respaldando esta propuesta.

¿Qué ocurrirá si el juez rechaza la vía del convenio, nuevo o modificado? Pescanova entraría en liquidación y, para ese escenario la banca tiene ya perfilado un plan de rescate que consistiría en la compra de la unidad productiva, intercambiando deuda por acciones, la inyección de capital (alrededor de 115 millones de euros). El socio industrial elegido para ese escenario es el grupo vigués Iberconsa.