Los sobornos ganan contratos en la petrolera Pemex

Manoli Sío Dopeso
M. S. Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La corrupción de funcionarios responsables de licitaciones desborda a la empresa

23 abr 2014 . Actualizado a las 11:33 h.

Pemex nada contracorriente en un mar de corrupción. Las prácticas de sobornos asentadas en la compañía durante décadas se están convirtiendo en un serio problema legal y de imagen para la petrolera que, pese a los intentos de limpieza iniciados en el último año, con la llegada a la presidencia del país de Enrique Peña Nieto, va de escándalo en escándalo.

Tras los sonados casos de adjudicaciones millonarias amañadas a golpe de talonario a Siemens, Hewlett Packard o la empresa de servicios Oceanografía conocidos este año, el último episodio de corrupción está protagonizado por el grupo Evya, conocido en el naval gallego porque a punto estuvo de arrebatar a Navantia la adjudicación de uno de los dos floteles licitados por Pemex en enero.

Concurso de floteles limpio

Fuentes conocedoras de la trama de sobornos desplegada por Eyva en la última década, que le valió la adjudicación de 92 contratos de Pemex por cerca de 300 millones de euros, aseguran que el concurso que finalmente ganaron Hijos de J. Barreras (propiedad de la petrolera) y Navantia fue el más limpio de los realizados recientemente. «De lo contrario se lo habría llevado Evya», aseguran.

Esta empresa mexicana recibió la adjudicación de los citados 92 contratos durante el mandato de Carlos Morales Gil como director de Pemex Explotación y Producción, responsable de la licitación de los floteles que, curiosamente, dimitió del cargo al día siguiente de que Pemex hiciera público el resultado del concurso que ganaron los dos astilleros gallegos.

Sin embargo, no ha sido la evidencia de los numerosos contratos entregados a Eyva, sino la investigación abierta por Banamex, filial de Citigroup en México, por un presunto fraude de 30 millones de euros, lo que ha destapado la actividad corrupta de esta compañía vinculada al expresidente Calderón.

A pesar de las evidencias, la paraestatal no ha dado ningún tipo de explicaciones. Tampoco el Parlamento mexicano se las ha pedido, a pesar de que la trama de sobornos a funcionarios se ha convertido en un asunto de debate en los medios más críticos, desde donde se exige un cambio en sus sistemas de detección de fraudes.