Productores madereros estudian denunciar a Ence y otras dos pasteras por pactar precios

Europa Press

ECONOMÍA

Quieren llevar ante las instituciones europeos la bajada de precios porque «vulnera la competencia»

22 abr 2014 . Actualizado a las 19:50 h.

Unas 200 pequeñas y medianas empresas forestales gallegas y otras 40 asturianas, junto a algunas de Santander, estudian, con el apoyo de la federación de asociaciones de productores de madera de Galicia (Promagal), llevar ante las instituciones europeas la bajada de precios adoptada por las pasteras Ence, Portucel y Celbi, al considerar que dicha decisión «vulnera las normas de la competencia».

El portavoz del colectivo de empresarios forestales -aserraderos y rematantes- que se dedican a la compra y venta de madera de eucalipto para después proveer a las plantas pasteras, Daniel Villapol, explica que sus asesores jurídicos estudian dicha posibilidad, en la segunda jornada desde que se hizo efectiva la «paralización de servir» a los mencionados clientes. La medida, tomada por «unanimidad» la pasada semana, responde al «inconveniente» que los empresarios aseguran que les han causado Ence, Portucel y Celbi con la «baja temeraria de la madera», que acometieron «de una forma uniforme» y «prácticamente en fechas muy próximas». De ahí que les lleve a pensar que «se están vulnerando las normas de la competencia», por lo que plantean la posibilidad de recurrir ante los tribunales de la competencia o ante el propio comisario de la Competencia de la Unión Europea.

«Entendemos que no es una bajada justificada y, además, no se ha tomado siguiendo el sistema habitual, que era de forma escalonada, con tiempo suficiente para poder paliar las existencias que tenemos», destaca Villapol, cuyo grupo empresarial está ubicado en el municipio lugués de Trabada.

Según afirma, la caída se cifra en un 10% del valor de la madera en carretera, y, aunque depende del tipo, la media supone una reducción de unos 35 euros por tonelada.

Abocados al cierre

Así las cosas, propietarios y empresas forestales siguen suministrando eucalipto pero lo hacen a dos fábricas, de Zaragoza y San Sebastián, que «son poco influyentes en el mercado de aquí», apunta este portavoz. Prevén continuar de esta forma y estiman que tienen margen para forzar que haya una negociación con las citadas pasteras. El objetivo es «tratar de resolver el problema», subraya Daniel Villapol. «Porque, de lo contrario, nos lleva al cierre de muchas empresas», advierte.

Villapol rechaza el argumento que esgrimen las pasteras para disminuir el precio que abonan por el eucalipto, el de las consecuencias que le ha originado la reforma eléctrica del Gobierno central, pues indica que «una cosa es la biomasa y otra la pasta de papel». «No debería tener que ver una cosa con la otra. Y los portugueses, que no tienen esa reforma eléctrica, también han reducido las tarifas», expone.

En este sentido, afirma comprender que las plantas reivindiquen el mantenimiento de las primas a la producción eléctrica, pero considera que apelar a este hecho para bajar los precios de la madera solo es «una disculpa».