La cofradía de Cariño pide el preconcurso de acreedores

ana f. cuba CARIÑO / LA VOZ

ECONOMÍA

La actividad en la rula ha caído en picado.
La actividad en la rula ha caído en picado. xabier novo< / span>

La deuda ahoga al pósito y el patrón mayor advierte de que se expulsará a quien no venda en la lonja o no pague la cuota

20 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La elevada deuda -unos 300.000 euros con Portos de Galicia y unos 150.000 de hipoteca por el local social- ahoga a la Cofradía de Pescadores de la Virgen del Carmen de Cariño, abocada al concurso de acreedores. De momento, han dado el paso previo: solicitar el preconcurso. «Estamos pendientes de que el juzgado y la Administración nos hagan una quita de la deuda», explica el patrón mayor. Juan Manuel Fachal constata la caída de las ventas en la lonja, que en el 2013 facturó poco más de un millón de euros, frente a los casi dos del 2010. «Bajaron un 50 % las subastas y a eso hay que sumar el mal tiempo de este invierno [en lo que va de año comercializaron 22.477 kilos de pescado y marisco, por 82.906 euros]; el percebe es nuestra principal vía de ingresos, con el resto del marisqueo y algunas lanchas que venden aquí», señala el presidente.

Hace años que comenzó la huida de la flota a otros puertos. ¿Razones? «No son las instalaciones, a los armadores no les interesa que los marineros sepan por cuánto venden y aquí sí lo sabían», apunta Fachal, muy crítico con el sector. «Todos [los armadores] tenemos responsabilidad y como no nos pongamos las pilas, este pueblo tiene poco futuro», admite.

Hay 12 mariscadoras y 47 barcos asociados al pósito cariñés: 33 de artes menores, cinco volanteros, tres palangreros de fondo, cuatro cerqueros, una lancha de rasco y otra de palangre de fondo. La mayor parte comercializan sus capturas fuera. «Por eso tuvimos que hacer un cambio de los estatutos, para establecer una cuota social (500 euros al año) para quienes no venden aquí», indica el patrón mayor. Y advierte de que se expulsará a los socios que no acepten operar en la rula local o abonar la cuota. «La cofradía tiene que sobrevivir y adaptarse a los que queden», sentencia.

Todos conocen la delicada situación económica del pósito, que el patrón mayor detalló en una asamblea hace unas semanas. Fachal les explicó el origen de la deuda: «La fábrica de hielo es nuestra ruina, consume casi 6.000 euros de electricidad al mes; hablamos de subir los precios del hielo porque nos está hundiendo y también le hemos pedido a la Consellería do Mar una fábrica más pequeña (...). La mitad de la deuda que tenemos con Portos es con Hacienda, por los intereses, está fraccionada a diez años pero aún así es difícil de afrontar», sostiene el responsable de la cofradía. Hace unos meses vendieron un bajo para indemnizar a tres trabajadores despedidos -uno de la lonja y dos del pósito-, a los que finalmente el juez les obligó a readmitir. Fachal defiende sus ocho años de gestión y cifra las inversiones logradas en este período en 2,5 millones de euros -1,2 en los nuevos almacenes, 800.0000 en la fábrica de hielo, 200.000 del edificio social y 300.000 en las instalaciones de la lonja- y ve factible recuperar la actividad si todo el sector se implica. «Si se vendiera aquí moveríamos el pueblo entero».