Un endeudamiento interminable

ECONOMÍA

El sector privado sigue siendo el gran responsable de la brecha en nuestras finanzas

16 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Ahora que nos acercamos en España de forma imparable a la cifra mágica de un cien por cien de la riqueza nacional anual (PIB) en el montante de nuestras deudas públicas, podría ser una buena ocasión para levantar un poco la vista y ver cómo está el panorama en nuestros países más cercanos, así como en relación a nuestra situación al inicio de esta crisis. Para ello utilizaremos los últimos datos oficiales de la oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat) entre los años 2007 y 2012.

Lo primero que llama la atención en el caso de España es nuestro bajo nivel inicial de deuda pública -éramos el país con menos tasa de los cinco que recogemos- y, bien al contrario, nuestro elevado nivel de endeudamiento privado, campo en el que solamente nos superaba con claridad Irlanda.

El resultado agregado, cuando comenzó la actual crisis financiera, era que Portugal tenía un endeudamiento global mayor que España; Grecia lo tenía menor; e Irlanda estaba en un nivel muy semejante al nuestro.

Cinco años más tarde, ¿qué es lo que ha cambiado? Lo primero que llama la atención es que, a pesar del espectacular aumento de la deuda pública en España, su nivel todavía está muy cerca del caso alemán, mientras que países rescatados por la troika han incrementado aún más su endeudamiento público y se sitúan muy por encima del 100 % de deuda sobre el producto interior bruto (PIB).

Ajustes sin resultados

No parece que para ninguno de ellos haya sido favorable la catarata de medidas de ajuste fiscal y devaluación interna que los han llevado a situaciones de depresión económica. Más bien habría que concluir que el desplome de la economía más el rescate a sectores privados (en el caso español a buena parte del sector financiero) ha sido la causa de que la brecha respecto al nivel de endeudamiento público alemán se haya ampliado en todos los países considerados en la estadística.

En ese sentido, cabe concluir que las medidas de la troika han sido incapaces de evitar un creciente desequilibrio público y de reducir el apalancamiento de las deudas. Un fracaso en el que estarían teniendo un muy activo negocio los bancos privados y, llegado el caso, un mayor endeudamiento colectivo, a través del BCE o de los mecanismos de rescate.

No debe extrañar que en esta senda se haya forzado una reforma constitucional exprés, en el 2011, que blinda y prioriza los pagos derivados de las deudas públicas a nuestros acreedores (nacionales y extranjeros). Sabían bien sus impulsores de lo que se estaban ocupando.

Lo curioso y grave del asunto es que tal trasvase de las insolvencias del endeudamiento privado al sector público no se ha visto acompañado de una reducción significativa de las deudas del sector privado. En concreto, en España, el nivel sigue muy cercano al 200 % con apenas una reducción del apalancamiento en los últimos seis años en cinco puntos porcentuales del PIB. Un endeudamiento privado no solo gigantesco (mayor que el de Grecia y el doble que el de Alemania), sino que tenemos que financiar con ahorro y préstamos del exterior.

Devaluación interna

Es este ínfimo logro, todo el resultado de una devaluación interna que ha provocado un desplome de la demanda nacional (y con ello del PIB y del empleo), pero que no ha mejorado nuestra competitividad de forma significativa. Apenas ha conseguido recuperar los excedentes empresariales y, en esos cinco puntos, reducir mínimamente el endeudamiento de nuestras empresas y entidades financieras.

Todos han empeorado

En síntesis. Después de seis años de medicina de austeridad y de rescates, todos los países considerados han empeorado su endeudamiento relativo respecto de Alemania.

En el caso de España hemos pasado de tener una brecha de 57 puntos sobre el PIB en el 2007 a otra de 93 puntos en el 2012. Y la mayor parte de esa brecha sigue estando en el endeudamiento generado en el sector privado de nuestra economía, pues en el público solo tenemos 5 puntos más que Alemania, el resto de ese diferencial de 93 puntos (nada menos que 88) hay que buscarlo en el sector privado.

Análisis La escalada de la deuda en comparación con la ue

Albino Prada es profesor de Economía Aplicada en la Universidade de Vigo.