El juez alarga la lucha de Damm y la banca por controlar Pescanova

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los acreedores descartan un acuerdo en los 15 días de moratoria

15 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La burocracia, permitida por ley, prolongará la incertidumbre de los 12.000 trabajadores que viven de Pescanova al menos 15 días más. Después de más de un año a la espera de una salida que permita despejar el futuro de la compañía, el juez Roberto de la Cruz accedió ayer a la petición de tiempo, formulada el pasado viernes por el presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti (nombrado por la cervecera Damm, que controla el consejo de la compañía), y ayer dictó una providencia que pospone hasta el 30 de abril, a las 15 horas, el plazo límite para que los acreedores del grupo gallego presenten sus adhesiones o votos en contra a la propuesta de convenio formulada por Damm y su socio inversor de Luxemburgo, Luxempart.

Urgoiti, en nombre del consorcio impulsor de la propuesta de convenio de Pescanova, pidió tiempo al magistrado argumentando que, desde que el pasado 3 de abril, en que se abrió el período de adhesiones, hasta el día 15, solo hay 7 días hábiles y dos de ellos en plena Semana Santa. El juez ha atendido esta demanda «en exclusiva atención a facilitar a los acreedores la posibilidad de decidir y emitir su voto» y aclara que la nueva fecha estipulada «es absolutamente improrrogable».

¿Servirá para algo el margen de 15 días concedido por el juez? Los bancos acreedores lo dudan. «No vemos elementos que justifiquen la reapertura de una negociación», aseguraban ayer fuentes financieras, sin dar nada por descartado, «porque este proceso está resultando imprevisible», reconocieron.

Tiempo ¿para qué?

Dentro de algunas entidades el discurso era contundente para descartar un nuevo intento de diálogo. «Dar más tiempo no va a solucionar nada a estas alturas. No estamos en posición de volver a la negociación, y tampoco está previsto», aseguraron.

El malestar entre los principales acreedores financieros (Sabadell, Popular, NCG, Caixabank y BBVA) se instaló hace semanas, en el momento en que Pescanova presentó una propuesta de convenio previamente pactada entre Damm, Luxempart y los bancos, pero cuyo contenido final distaba de lo previamente acordado, fundamentalmente en materia de quitas. Desde entonces (desde el pasado 19 de marzo) se han venido sucediendo intentos de diálogo y llamadas a la negociación por parte de Damm, que han terminado siempre en fracaso, ante la inamovilidad de posturas por ambas partes.

Pese a este escenario poco propicio a un pacto que permita despejar el futuro de Pescanova, el grupo catalán no se da por vencido y ratifica su intención de seguir hablando con los bancos en este plazo ganado a instancias del juez. «Siempre hemos apostado por negociar y mantener las conversaciones. Mantendremos las reuniones que sean necesarias con el objetivo de buscar puntos de convergencia y salvar las compañía», aseguraron fuentes de Damm.

Pescanova evitó ayer concretar si habrá nueva llamada al diálogo por parte de Urgoiti, como hizo la semana pasada.