Su creador es Albert Gálvez, empresario catalán, que acaba de impulsar en Barcelona una plataforma que se llama Gasolina Low Cost. «Cuantos más seamos, menos pagaremos», asegura. El proyecto, que arranca con una aplicación móvil, se basa en reunir un alto número consumidores para lograr una rebaja en el coste del combustible. La plataforma aspira a llegar a los 10.000 usuarios.
«Esta iniciativa se basa en los descuentos por volumen y se podrán empezar a negociar cuando alcancemos esa cifra de consumidores», ha precisado Gálvez a este periódico. Según explica este emprendedor, la aplicación móvil ha logrado tener un gran potencial debido a la situación de crisis económica y a la búsqueda de formas de ahorro actuales. Y permite, tal y como detalla, «encontrar de forma instantánea la gasolinera más barata y cercana de la zona mediante un mapa de geolocalización que indica la ruta a seguir hasta la estación de servicio».
«Nuestra idea con esta app es dar la posibilidad al usuario de ahorrar en el coste que le supone el combustible en su día a día o bien en una escapada de fin de semana», precisa Gálvez, quien añade, además, que la adscripción a la plataforma mediante la aplicación se hace de forma totalmente gratuita por parte de los usuarios.
Con el mismo método de la compra colectiva, este sistema permite también que los consumidores interesados se agrupen para demandar precios económicos en otros servicios, como pueden ser la compra de neumáticos, revisión y reparaciones de los coches o incluso la compra de seguros, explica Albert Gálvez.