El recelo de la banca hacia Damm retrasa un acuerdo por Pescanova

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Las entidades sopesan por separado su apoyo a la oferta de convenio

09 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Damm ofrece ahora a los bancos más capacidad de recuperación de la deuda y una mayor participación en el capital, a cambio de su adhesión a la propuesta de convenio de Pescanova. La proposición, de entrada, no ha disgustado a los acreedores financieros. Pero el problema es que no se fían. Tanto es así, que ayer analizaron durante horas la letra pequeña de las nuevas condiciones formuladas el lunes por el propio presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti, en representación del grupo catalán.

El principal obstáculo está en los tramos de recuperación de la deuda. Fuentes financieras explicaron ayer que la nueva propuesta mantiene la cifra de 700 millones (la deuda de los bancos es de 3.000 millones), pero ahora serían 500 millones calificados como deuda sénior (ofrece mejores garantías de recuperación) y 200 millones de tipo júnior (recuperables cuando la empresa tenga beneficios).

Al cierre de esta edición, los bancos continuaban deshojando la margarita en torno a un posible apoyo a este planteamiento, con posturas divergentes, ya que dentro del colectivo existen posiciones más favorables a la adhesión y otras más decantadas hacia el plan alternativo, que llevaría a la banca a hacerse con el control de Pescanova en la fase de liquidación, si el convenio no sale adelante.

El tiempo avanza y, para garantizar que el juez admite los cambios propuestos, el propio presidente de Pescanova se ha ofrecido a presentar un escrito al administrador concursal de la empresa, Deloitte, en el que se garantizaría la adhesión de los acreedores financieros al convenio, con las nuevas modificaciones introducidas»

Barra libre de crédito

Lo que sí ha quedado claro es que la banca está dispuesta a aplazar el pago de un crédito de 18 millones de euros que vence el próximo 28 de abril e incluso a inyectar nuevas línea de crédito para evitar la entrada en concurso de las filiales españolas.

Esta cantidad corresponde a la cuantía pendiente del préstamo concedido en junio del 2013 por la Xunta y seis bancos acreedores (Sabadell, Popular, NCG, Caixabank, Bankia, Santander y BBVA) por 56 millones de euros, tras la declaración del concurso, para que la compañía pudiera seguir operativa. De no materializarse esta moratoria o retraso en el pago, Pescanova tendrá que afrontar el repago integral de dicha deuda a través de la tesorería disponible a día 28 de abril, que no es mucho, ya que la compañía dispone de liquidez para garantizar pagar nóminas y proveedores solo hasta junio.