El revés del coche eléctrico liquida la primera empresa gallega de puntos de recarga

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Punto de recarga de Bluemobility instalado en la planta de Citroën en Vigo.
Punto de recarga de Bluemobility instalado en la planta de Citroën en Vigo. gustavo rivas< / span>

Bluemobility, participada por Gas Natural, no pudo superar el concurso de acreedores, debido a la nula demanda

21 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La liquidación de Bluemobility Systems ha puesto fin a la aventura emprendida en el año 2010 por una empresa de Vigo, pionera en España en el desarrollo de tecnología para la instalación de puntos de recarga de vehículos eléctricos.

La compañía entró en concurso de acreedores en agosto del 2013 como consecuencia del desplome de la demanda del vehículo enchufable, por parte de empresas, ayuntamientos y comunidades, como consecuencia del recorte del gasto público. Pero también por la nula acogida entre los particulares.

La empresa, participada por Gas Natural Fenosa, arrancó en pleno bum de la movilidad eléctrica promovido desde el propio Gobierno de España, con programas de apoyo millonarios lanzados desde el Ministerio de Industria, por entonces bajo el mando de Miguel Sebastián, con previsiones de ventas que ni siquiera se aproximaron a la realidad: «En el año 2015 habrá un millón de vehículos eléctricos circulando por las carreteras españolas», dijo Sebastián en el 2010.

En ese pronóstico fallido basó Bluemobility su plan de negocio que, en el 2011 contemplaba instalar 15.000 puntos de recarga para coches eléctricos en Galicia en el plazo de 7 años, con una inversión de 10 millones de euros.

La compañía está muy lejos de ese objetivo, a pesar de sus proyectos conjuntos con el Clúster de Automoción de Galicia en colaboración con la Xunta.

En este escenario desfavorable, la empresa buscó salida fuera de España y, gracias a los contratos que van surgiendo en EE.?UU. y Europa, confiaba en salir del concurso el pasado mes de noviembre. ¿Qué es lo que ha pasado? «El coche eléctrico es un nicho de mercado muy específico y no hay para todos. Poner infraestructuras de recarga a lo loco y sin sentido no funciona si no hay un párking de vehículos», explicaba entonces la compañía.

Solo un coche vendido

La salida al mercado de los nuevos modelos eléctricos que los principales fabricantes de vehículos están exponiendo ya en lo salones internacionales no parece que vayan a reactivar de momento el mercado y a generar demanda de electrolineras, la mayoría de ellas, a día de hoy, en desuso.

El despliegue de la red de electrolineras para el abastecimiento del coche eléctrico comenzó con fuerza en Galicia. Entre los años 2010 y 2012, se pusieron en marcha una treintena de puntos de recarga repartidos por las principales ciudades gallegas, la mayoría de ellos fruto de la iniciativa privada de nuevas empresas surgidas al amparo de las abundantes ayudas públicas habilitadas para la promoción de la electromovilidad.

Un recorrido por estas instalaciones permite comprobar a día de hoy que su demanda es prácticamente nula. Basta un dato para entenderlo. En lo que va de año en Galicia solo se ha matriculado un coche eléctrico.