Los sindicatos habían denunciado decenas de cambios sin negociación
14 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La salida de cientos de empleados, sobre todo prejubilados, con el último ERE en vigor en Novagalicia (o NCG) dejó plazas vacantes en oficinas diseminadas por toda Galicia. Y esos huecos comenzaron a cubrirse en las últimas semanas a través de traslados forzosos, sobre todo desde fuera de Galicia, comunicados al trabajador, bajo amenaza de irse a la calle, y sin negociación, según denunciaban los sindicatos. Según CC.?OO., desde Cataluña, País Vasco y Valencia se habían movido unas quince personas.
La situación se abordó ayer en un encuentro bilateral con la dirección de NCG. Finalmente, se llegó a un pacto con las centrales para detener esa práctica. Novagalicia, en cambio, abrirá un período voluntario para que aquel empleado que quiera pueda terminar trabajando a pie de calle, en alguna oficina de la comunidad, bien llegado desde los servicios centrales (se están adelgazando los de A Coruña y Vigo), bien desde otras comunidades.
¿Y qué pasará si no hay voluntariedad, si nadie quiere moverse? Algunas fuentes sostienen que, de facto, el plan de traslados quedará paralizado ya a la espera de lo que decida Banesco, el futuro comprador, sobre la red exterior, y a lo que le autorice Bruselas.