Aproveche, ya llegó la orden de dar crédito

ECONOMÍA

¿Por qué este cambio de estrategia después de casi siete años de sequía crediticia? Muy sencillo: o lo hacen o sus cuentas de resultados se desmoronan

09 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Un grupo de trabajadores de distintas entidades financieras españolas con presencia en Galicia lo han confirmado: sus jefes les han dado la orden de incrementar el volumen de inversión, es decir, de dar créditos, lo que ocurre por primera vez desde que se desató esta terrorífica crisis económica.

Emilio Botín (Santander), Francisco González (BBVA), Isidro Fainé (La Caixa), Ángel Ron (Popular-Pastor), Josep Oliu (Sabadell) y María Dolores Dancausa (Bankinter) han engrasado maquinaria y han diseñado nuevos productos para la captación de nuevos clientes a los que se pueda dar, entre otros servicios, el de crédito. Siguen la misma estrategia NCG y Bankia, ambas todavía en manos del FROB (aunque en temas de negocio suelen llevar la batuta los primeros ejecutivos en las instituciones, que en el caso de Galicia serían Juan Carlos Escotet y Francisco Botas; en el de la institución madrileña, José Ignacio Goirigolzarri).

¿Por qué este cambio de estrategia después de prácticamente siete años de sequía crediticia? Muy sencillo: o lo hacen o sus cuentas de resultados se desmoronan porque, pese a toda la reestructuración financiera, ya no aguantan más.

Pongamos encima de la mesa de análisis el contexto: la mora sigue creciendo y seguirá haciéndolo en los próximos meses, pese a todos los brotes verdes que queramos ver; las refinanciaciones que tengan que acometer las entidades tendrán también su reflejo en las cuentas de resultados porque tendrán que provisionarlas; y los bancos ya jugarán menos a captar dinero del BCE para comprar deuda pública de sus países. Este trading ha dejado de ser negocio con la caída de la prima de riesgo (llegó a estar a 649 puntos, y esta semana se ha situado en el entorno de los 175 puntos) y con el anuncio por parte de las autoridades económicas de que, en un futuro no demasiado lejano, los que tengan deuda pública van a ser penalizados.

Así las cosas, los banqueros no es que se hayan vuelto buenos de repente; es que, si quieren ganar dinero, no les queda más remedio que ser precisamente eso, banqueros, y dedicarse a prestar y captar dinero de sus clientes. Y ¿a qué clientes van a darles crédito? No a todos, a los que ellos consideren que son buenos clientes. Es decir, a aquellos que les paguen religiosamente por lo que les prestan. Si tienen la más mínima duda de que esto no ocurrirá, no les dejarán dinero. Ni un euro. Sí se lo dejarán a los exportadores, y a aquellos que durante esta crisis hayan hecho frente a todos los abonos de sus deudas y no salgan en ninguna lista de impagados o morosos.

Ha comenzado la guerra por el crédito, en la que los bancos -no se olviden- no se transformarán por arte de magia en auténticos angelitos.