La pesca gallega lanza un grito de auxilio tras tres meses pésimos

Espe Abuín / María Hermida REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Mar cierra el banco de Os Lombos do Ulla ante la mortandad detectada

15 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La Consellería do Mar esperaba a que pasase Ulla, que podría ser el último vagón de ese tren de borrascas que ha tenido una parada especial en Galicia, para hacer recuento de daños y estudio de posibles ayudas. Pero el sector pesquero gallego no es capaz de aguantar hasta que amaine el temporal. La Federación Galega de Confrarías de Pescadores ya ha solicitado por escrito al departamento que dirige Rosa Quintana que se adopten medidas excepcionales y urgentes de carácter económico para paliar la situación del sector pesquero y marisquero, muy deteriorada por una cadena de borrascas que les ha impedido faenar con normalidad, si es que no los ha dejado sin medios de trabajo e, incluso, sin producción.

Los pósitos gallegos sugieren unas cuantas acciones para mitigar los efectos que han tenido en sus bolsillos tanta lluvia y viento continuado. La primera es que Mar medie ante el Instituto Social de la Marina (ISM) para conseguir la exención total de las cuotas de la Seguridad Social del primer trimestre de este año de pescadores de bajura y mariscadores, y que se aplace el pago fraccionado de las deudas existentes en el último trimestre. Sin recargos, a poder ser.

Capacidad productiva

También reclaman a Quintana que haga gestiones ante el Igape (Instituto Galego de Promoción Económica), el ICO (Instituto de Crédito Oficial) y otras entidades financieras para que abran líneas específicas de financiación, sin intereses, para comprar aparejos, reparar embarcaciones y artes de pesca o cualquier otra acción destinada a recuperar la capacidad productiva. Para los autónomos de mar, piden medidas económicas especiales con las que compensar el parón de la actividad por el mal tiempo.

Exenciones y pagos fraccionados en las tasas portuarias que se aplican a la pesca y el marisqueo, así como ayudas económicas para regenerar los bancos marisqueros tras la masiva mortandad detectada en las playas por el exceso de agua dulce son otras de las acciones que acordó el comité ejecutivo de la Federación Galega de Confrarías a propuesta de las tres provinciales.

No es, desde luego, el primer grito de auxilio. Mar ya recibió en enero solicitudes de ayuda tras tres meses pésimos, en los que no se ha podido faenar en condiciones normales y que suceden a una etapa de crisis general y unas Navidades fatales por culpa del mal tiempo. Pero se trataba de peticiones aisladas. Ahora llega el grito de auxilio común.

Batacazo en Arousa

En algunos sitios, ese grito es ya desesperado. Ocurre en el marisqueo de la ría de Arousa, donde puede decirse que la ley de Murphy lleva tiempo haciendo de las suyas. Las lonjas sufrieron un varapalo importante en los últimos años a cuenta de lo que prácticamente puede llamarse desaparición del berberecho por culpa de un parásito. La especie, aunque no al ritmo que los productores quisieran, empezaba a levantar la cabeza. Pero los temporales se han cruzado en su camino y también en el de la almeja babosa. Ambos bivalvos están muriéndose por el exceso de agua dulce. El problema es especialmente crítico en zonas como la desembocadura del río Ulla, donde está el banco de libre marisqueo más importante de la ría.

La cosa llega a tal punto que, hace unos días, las propias cofradías le pidieron a la Xunta que cerrase esta zona. Lo hicieron porque el marisco que llega de ella no está en buenas condiciones. Y, además, el que se devuelve al mar porque no da la talla no llega a enterrarse y también acaba muerto. Ayer, la consellería tomó la decisión de cerrar el banco, de momento, de forma indefinida. Cuando se reabra, será porque así lo aconsejen los informes técnicos y el sector comulgue con ello.

Este banco otrora fue la lengua de arena más productiva de la ría, apodada por el sector «o pulmón do marisqueo». Pero las cosas han cambiado y el año pasado hubo que cerrar precipitadamente el banco a cuenta de un parásito y de la mortandad de almeja y este año se repite la canción. Paradojas del destino, el fin a la extracción en el Ulla coincide con la ciclogénesis que lleva su mismo nombre.