Adiós a los más de 13.000 empleos que se habían prometido a finales del 2010

La Voz

ECONOMÍA

15 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

A mediados de noviembre del 2010, hace ahora más de tres años, el exconselleiro Javier Guerra comparecía ante los medios para dar cuenta de uno de los planes estrella de su gabinete. El nuevo y flamante concurso eólico que revocaba el controvertido proyecto del bipartito. Gas Natural Fenosa, con 339 megavatios, y Norvento, con 303, se alzaban con las mayores adjudicaciones. Pero el gancho mediático de aquella comparecencia eran los planes industriales que iban asociados y que generarían 13.266 puestos de trabajo, cinco mil de ellos directos. La intensidad de la crisis económica, la quiebra del sector financiero, un sector aturdido por tanto cambio y el final de los incentivos a las renovables hicieron trizas aquel dibujo.

Un horizonte distinto

Ante este escenario, el pasado mes de enero, en una entrevista al conselleiro de Economía e Industria, este diario planteó a Francisco Conde si este estratégico sector económico tenía perspectivas. «Hay futuro, pero no el futuro que estaba previsto en el 2010», dijo entonces.

El Gobierno gallego insiste en que la salida del sector pasa porque desde la Administración se generen las condiciones necesarias. De ahí la bonificación fiscal en transmisiones patrimoniales y la posibilidad de renunciar a los parques por razones de inviabilidad económica, además de otras medidas en marcha. Entre ellas, por ejemplo, destacarían algunas de carácter técnico, como que se puedan repotenciar parques ya existentes para mejorar la eficiencia; es decir, que manteniendo la misma potencia, haya menos aerogeneradores. A esta iniciativa se sumaría una nueva medida de carácter financiero para facilitar los proyectos eólicos y que consistiría en que los promotores puedan retrasar hasta el inicio de las obras del parque la preceptiva constitución de los avales.