Desde julio el Gobierno ha incrementado progresivamente el peso relativo de la parte fija respecto a la variable
09 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El imparable crecimiento del déficit de tarifa, la subida del recibo, o la suspensión de la última subasta Cesur han elevado el volumen de ruido en torno a la factura eléctrica. El cruce de reproches por las responsabilidades de los Ejecutivos de turno en el actual caos eléctrico se mezcla con una marabunta de datos sobre lo que ha subido o bajado la luz en los últimos tiempos. En medio del fuego cruzado se sitúan el cada vez más nutrido grupo de familias a las que les cuesta afrontar la factura eléctrica y las empresas, que ven mermada su competitividad por los altos costes energéticos.
El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, aseguró el 14 de enero que la factura eléctrica bajó en el 2013 el 3,1 % para una familia media con dos hijos. Esta misma semana, el ministro de Industria hablaba, para el primero de los ejemplos, de un descenso del 3,7 %. Vaivenes contables al margen, lo cierto es que no hay una verdad absoluta sobre la evolución de la tarifa eléctrica.
Castigo al ahorro
Es verdad que la tarifa puede haber descendido para los hogares con mayor consumo, pero en ningún caso para los más ahorradores. Y eso se debe a que desde julio el Gobierno ha incrementado progresivamente el peso relativo de la parte fija respecto a la variable. En enero de hace un año, la primera suponía el 35 %, ahora, el 60 %.
Industria justifica la modificación «para que se reduzca la factura eléctrica de los grupos de mayor consumo, como las primeras residencias y familias con hijos». De esta forma no se penaliza «a los consumidores que más consumen».
El descenso según Industria
Industria indica que, para las segundas residencias y viviendas vacías, la subida media de la factura entre el 2004 y el 2011 fue del 53 %, frente al 62,3 % para los consumidores domésticos. Y recuerda que, gracias a estas medidas, durante el año pasado el recibo de un consumidor medio bajó un 0,9 %, descenso que fue del 3,1 % para familias con dos hijos. Si se toma como referencia el consumo medio residencial en España del año 2011, que el IDAE estima en 3.487 kilovatios hora, y una potencia contratada de 4,6, la tarifa ha crecido. Para un hogar de estas características, la factura anual ha pasado de los 618 euros, según las tarifas vigentes a 1 de julio, a los 678 a 1 de febrero (9,7 % más). Sin embargo, en el caso de una familia con la misma potencia contratada, pero con el doble de consumo, el recibo pasa de 1.113 euros anuales, a 1.114.
De esta forma, la factura camina poco a poco hacia una suerte de tarifa plana: cada vez cuesta más el derecho de acceso a una red que su propio uso.