La banca ve en el micromecenazgo «una amenaza real y un desafío»

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La plantilla de Fuenlabrada se concentró en Sol.
La plantilla de Fuenlabrada se concentró en Sol. V. lerena < / span>efe< / span>

Las pymes gallegas recurren al «crowdfunding» para conseguir crédito

03 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Es el segundo año que Servino Consulting edita su Guía de Vinos, destilados y bodegas de Galicia, distinguida como la mejor de España en los premios Gourmand Wine Books Awards. Coordinada por Luis Paadín, ha visto la luz gracias a 182 mecenas que adelantaron pequeñas aportaciones que han permitido sacar de la imprenta 2.000 ejemplares. ¿Qué reciben ellos a cambio? Un ejemplar de la guía, el privilegio de figurar en la lista de benefactores, la posibilidad de catar los caldos con mayor puntuación...

«Ni uno solo de aquellos con los que contábamos nos ha fallado a la hora de poner el dinero -destaca Pepe Lorenzo, uno de los responsables de la iniciativa-. Los bancos no dan crédito, así que las pymes -agrega- tenemos que buscar otras vías de financiación». Con una ventaja añadida: el micromecenazgo -crowdfunding en inglés- «permite testar el mercado, saber si te puedes tirar a la piscina y hasta dónde te arriesgas».

Este nuevo sistema de préstamo empieza a preocupar seriamente a la banca, que observa en el microcrédito «una amenaza real y el desafío de un nuevo competidor», según consta en el informe Economic Outlook 2013 (Perspectivas de la economía) del BBVA para el mercado estadounidense.

Sin precedentes

Dicen los expertos del BBVA que la banca debe prepararse para enfrentarse «a un nuevo competidor» que se expande exponencialmente por todo el planeta, pues es «la primera vez en la historia que negocios e individuos tienen acceso a una fuente sin precedentes de capital creada con pequeñas contribuciones de millones de personas». A través de páginas de Internet, esos mecenas financian con sus pequeñas aportaciones proyectos de pymes que hoy no tienen acceso al crédito bancario. Por eso, el estudio recomienda a las entidades financieras que se pongan las pilas, porque «dentro de cinco años podría ser tarde». Su objetivo debería ser el de «invertir recursos» para crear un modelo similar que palíe la amenaza de «un riesgo sistémico real».

Según la consultora Massolution, los fondos gestionados en el 2012 por plataformas de crowdfunding en todo el mundo sumaron 5.112 millones de euros, con un incremento en el número de créditos de un 111 % respecto al año anterior. En España, según los datos de Socios Inversores, el micromecenazgo movió 9,7 millones de euros durante el 2013, con un crecimiento del 27 % respecto al 2012.

«Es el contraataque de la sociedad» ante los bancos, argumenta Francisca Morán, profesora en la escuela de negocios IMF, que interpreta el micromecenazgo como «una evolución natural» ante el incremento del número de autónomos (4,2 % en España en el último año). Cree que los bancos no tardarán en reaccionar «porque hay un mercado que están perdiendo mientras lo gana el crowdfunding, todavía en fase beta».

En otro llamativo ejemplo en Galicia, el director de cine Xosé Abad logró rodar, gracias a esta nueva fórmula, su película A pegada dos avós, que recaudó 6.800 euros en la plataforma Kifun. «De ahí hubo que descontar el IVA -precisa-, el porcentaje que se queda la página y el PayPal, pero pudimos pagarle al equipo técnico y sacar el proyecto». Abad considera el crowdfunding como «la alternativa a la nada en que estamos sumidos». Con los bancos, ni lo intentó.