Sacyr mantendrá el pulso para que Panamá pague el sobrecoste

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ECONOMÍA

La constructora insiste en que sus demandas «no son ningún cuentito»

04 ene 2014 . Actualizado a las 12:30 h.

Sacyr está dispuesta a mantener el pulso con las autoridades panameñas para conseguir que le financien los sobrecostes derivados de la construcción del tercer juego de esclusas del canal de Panamá. La constructora española insiste en que sus demandas «no son ningún cuentito», tal y como aseguró el jueves el presidente panameño, Ricardo Martinelli, y asegura que «están muy bien justificadas». El consorcio internacional que lidera Sacyr -Grupo Unidos por el Canal (GUPC)- ha aducido unos sobrecostes de 1.188 millones de euros en las obras fruto de circunstancias «sobrevenidas e imprevisibles». Una cifra que se aproxima al 50 % del presupuesto por el que se licitó la obra: 2.280 millones de euros. Si el Gobierno panameño no se aviene a pagarlos, las empresas suspenderán los trabajos el próximo 20 de enero.

El portavoz de Sacyr, Pedro Alonso, ha asegurado en distintos medios que el Ejecutivo panameño es consciente de que «todo lo que se ha hecho en la obra es necesario», y que han sucedido «muchísimas cosas» que no estaban en el proyecto original entregado al consorcio.

Tensión de tesorería

Alonso se ha lamentado porque, hasta el momento, el Gobierno panameño ha hecho oídos sordos a sus reclamaciones, lo que está generando «una tensión de tesorería y liquidez» que impedirá seguir adelante con las obras. A su juicio, el proceso a seguir pasa por establecer «un diálogo, una negociación, a un nivel más ejecutivo» para que las reclamaciones del consorcio -participado también por la italiana Impregilo, la belga Jan de Null y la panameña Constructora Urbana- sean analizadas «una por una». Además, Alonso niega que el anuncio de una posible suspensión de las obras sea «una medida de presión», sino que sería consecuencia de una «falta de liquidez». «Queremos acabar las obras, pero asumiendo cada parte su responsabilidad», ha añadido.

El portavoz empresarial no cree que este conflicto dañe la reputación de la compañía, que sigue adjudicándose contratos en el exterior porque «cada obra es diferente».

Sin embargo, la Bolsa sí ha castigado a la firma, pues los títulos de Sacyr se han desplomado un 15 % en las dos sesiones que han sucedido al anuncio de la posible paralización de las obras del canal. Y no ha ayudado tampoco mucho que se conociese que el expresidente de Sacyr, el gallego José Manuel Loureda, vendiese un 0,59 % de su participación en la empresa justo el 23 de diciembre, cuando el consorcio presentó en Panamá otra reclamación.

La obra se hará

Mientras, en Panamá se lanzan mensajes de tranquilidad sobre la conclusión de las obras. El administrador de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), Jorge Quijano, afirmó que la ampliación está asegurada. Recalcó que lo conveniente, sobre todo por la cuestión de los tiempos de ejecución, sería que el consorcio «recapacitara», siguiera con las obras después del 20 de enero e hiciera sus reclamaciones económicas según el procedimiento fijado en el contrato.

El administrador explicó que el consorcio presentó en el 2012 una reclamación por 430 millones de euros, que está analizando la DAB (Junta de Resolución de Conflictos), y otra en diciembre pasado por 662 millones, que no ha estudiado porque le falta «mucha información».

Contrato de «precio fijo»

La ACP asevera que el contrato firmado por las partes es «de precio fijo» y que las únicas cláusulas que permiten «ajustes» son una por aumento de precios del acero, diésel o cemento, y otra por alza de la plantilla panameña, conceptos por los cuales ya ha pagado 117 millones de euros, cerca del 5 % del monto del contrato. Pero de que la obra se hará Quijano no tiene dudas. Y es que en la peor de las posibilidades, que sería la salida del GUPC y que una empresa de fianzas no asuma el proyecto sino que pague a la ACP hasta 441 millones de euros, el Canal cuenta con los fondos para asumir las obras y desarrollarlas con subcontratistas.