Capital de Venezuela y México apuntala el empleo en Galicia

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La inversión extranjera liderada por Banesco y Pemex pone a salvo más de 10.000 puestos de trabajo en la comunidad

22 dic 2013 . Actualizado a las 10:43 h.

Banesco y Pemex dan nombre a dos grandes operaciones de entrada de capital que, con apenas tres días de diferencia, han situado a Galicia en la primera posición del ránking de captación de inversión extranjera directa por comunidades. Pero no solo eso. Ambas inyecciones millonaria, junto a otras de menor dimensión cerraras en el transcurso de este 2013 que termina, han permitido poner a salvo más de 10.000 empleos de los que buena parte corrían serio peligro de continuidad.

La adjudicación de NCG al primer banco de Venezuela por 1.003 millones de euros ha hecho suspirar de alivio a los trabajadores de la entidad gallega. Y motivos no les faltan, ya que Banesco se ha comprometido a garantizar el empleo, algo que sería difícil en el caso de que la adjudicataria hubiera sido una entidad nacional con red comercial ya desplegada en la comunidad.

Días antes de la subasta, algunas fuentes sindicales de NCG llegaron a cifrar en 3.000 el número de trabajadores que se podrían ver afectados por un nuevo ajuste en el caso de que la adjudicataria hubiera sido Caixabank, la gran favorita hasta ese momento. Esto sería así porque la entidad catalana ya cuenta con 197 oficinas en Galicia, con lo que, al menos un número idéntico de sucursales de NCG y sus correspondientes plantillas sobrarían, para evitar duplicidades; además de los servicios centrales, que al pasar a depender de otra entidad, también serían prescindibles, como ocurrió en el caso de Banco de Valencia, adquirida por Caixabank; Unnim, por el BBVA; o la CAM, absorbida por el Sabadell.

Nuevos contratados

Solo tres días antes, el gigante mexicano Pemex hizo su desembarco oficial en el astillero vigués Hijos de J. Barreras, cuya compra por 5,1 millones de euros, se cerró el 26 de noviembre. La petrolera había prometido carga de trabajo, pero el pasado lunes superó las previsiones más optimistas al confirmar el pedido de cinco buques (de diferentes características) por un importe total de 300 millones de euros.

Tal volumen de carga de trabajo no solo supone la reactivación del astillero y su centenar de trabajadores, sino la vuelta a la actividad de 4.000 empleados más de un centenar de industrias auxiliares del naval, cuya carga de trabajo depende directamente de la factoría.

La patronal del metal Asime ha elevado la cifra hasta los 6.000 empleos cuando la construcción de buques llegue a pleno rendimiento (a mediados del 2014), como consecuencia de nuevas contrataciones que serán necesarias para garantizar la entrega de los pedidos en plazo.

Son, sin duda, las operaciones más importantes cerradas en la comunidad gallega en décadas. Pero el 2013 también deja en Galicia otras inyecciones de capital extranjero generosas, desde el punto de vista económico, y favorables para preservar y generar empleo.

El pasado mes de septiembre, el fondo de inversión norteamericano Apollo adquirió Evo Banco (la red de NCG en el exterior) por 60 millones de euros, con el compromiso de garantizar los 600 empleos de esta entidad, 50 en Galicia. La venta, permitió además acelerar el ajuste impuesto por Bruselas.

Durante el primer trimestre del año, el hólding chino Citic, propietario de la industria calderera Censa de O Porriño, ejecutó una inversión de 41 millones en las instalaciones de O Porriño, que elevan a 90 los millones de euros inyectados en la planta que han convertido en plataforma logística para entrar en los mercados de la minería de América y África. Con la inversión, la plantilla también crece, hasta sumar los 200 trabajadores.

Galicia cerró las dos mayores operaciones de inversión en la misma semana