Juan Carlos Escotet, un broker hecho a sí mismo

Rubén Santamarta Vicente
Rubén Santamarta REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Álvaro Ballesteros

El dueño de Banesco es la tercera mayor fortuna de Venezuela

18 dic 2013 . Actualizado a las 22:58 h.

Unas horas privaron a Juan Carlos Escotet de nacer a bordo de un avión entre Caracas y Madrid. Eran finales de los años 50 y su madre regresaba a España de urgencia, embarazada, para ver a uno de sus hijos. Hoy este economista venezolano de 55 años se pasa el día ahí, en un avión, entre Miami, Panamá, Puerto Rico, Caracas, Madrid y A Coruña. Con orígenes en León (su padre) y Asturias (su madre), nació por azar en la capital de España. Quizá de ahí le venga su desmedida afición por el Real Madrid, que comparten sus tres hijos. A su esposa le tira mucho más el arte contemporáneo.

A Escotet la revista Forbes le atribuye una fortuna de 1.400 millones de dólares, algo que en su entorno como hacen todos los que aparecen en esa lista- lo niegan con una sonrisa. Es, en todo caso, una de las mayores fortunas de Venezuela. La tercera. Y en ese país ser eso ocasiona bastantes problemas, de seguridad, se entiende.

Empezó desde abajo, cuentan quienes le conocen, un grupo de directivos que le llaman solo «Juan Carlos». A quien preside un banco en cualquier otro lugar tratarían de Don o Señor. Se formó como economista y después de trabajar en varias instituciones financieras, fundó en el año 1992 Banesco, una casa de bolsa con la que hizo fortuna y que fue creciendo y creciendo a través de una decena de operaciones corporativas, hasta llegar al lugar en que está ahora, convertido en el primer accionista de uno de los grandes bancos latinoamericanos. Su historia recuerda bastante a la de otro banquero, gallego, Francisco González, hoy al frente del BBVA. Aunque el modelo que más gusta en Banesco es otro: el Sabadell. Ese crecer poco a poco, como una mancha de aceite.

Escotet controla el 80 % del capital de Banesco, otros tres socios tienen otra participación importante (que no desvelan), y hay otros 40.000 pequeños accionistas venezolanos, entre ellos casi toda la plantilla.

Escotet vive en un avión, pero es de los que delegan bastante. En España, por ejemplo, la plantilla de Banesco es limitada (apenas una docena de personas), pero el ejecutivo tiene dos personas de la máxima confianza: Francisco Botas y Pedro López. Ambos, en la nueva cúpula del Banco Etcheverría. El primero es su consejero delegado, la persona que mejor conoce la operativa diaria de ese hasta ahora pequeño banco nacido en Betanzos. El segundo, un directivo independiente que lleva años al lado de Escotet, nacido en Ortigueira, pero emigrado a Venezuela siendo un crío. Ambos han estado muy involucrados en la operación con Novagalicia.