Los retornados denuncian presiones para tributar sus jubilaciones del extranjero

Cándida Andaluz Corujo
cándida andaluz OURENSE / LA VOZ

ECONOMÍA

Pablo Araujo

«Ninguén se nega a pagar, pero non somos defraudadores», replican a la Agencia Tributaria en una manifestación en Ourense

17 dic 2013 . Actualizado a las 09:42 h.

Asociaciones y plataformas de emigrantes retornados de toda Galicia (Ourense, Xinzo, A Estrada, O Deza, Morrazo, Costa da Morte, Ordes y Ponteareas, entre otros) se manifestaron ayer en O Carballiño contra la Agencia Tributaria por los requerimientos y multas recibidos en los últimos meses por no haber declarado desde el 2008 las pensiones percibidas por su trabajo en el extranjero. Los afectados eligieron la villa del Arenteiro, de modo testimonial, por ser el primer lugar en el que los emigrantes recibieron las notificaciones de sanción.

A su llegada a la sede de la Agencia Tributaria, después de recorrer la localidad, los afectados rodearon el edificio a modo de protesta gritando consignas contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Todas la plataformas representadas coincidieron en argumentar que en ningún momento se les informó de la obligatoriedad de tributar por las pensiones recibidas en el extranjero a partir del 2008 y subrayaron que en ningún caso están en contra de hacerlo, sino que reivindican que la Agencia Tributaria no puede tratarlos como defraudadores, como entienden que ha hecho hasta ahora.

José María Rocha, de la plataforma gallega de emigrantes retornados, explicó ayer que ya han sido muchos los afectados que han pagado la multa debido a las presiones que han sufrido. «Estannos metendo a todos no mesmo saco. Ninguén dos que están aquí se nega a pagar, se o ten que facer. O que nos doe a nós é ese recargo por non facelo», subraya. «En Galicia somos 25.000 afectados, nos tres meses deste ano viñeron un 3 % das notificacións, un porcentaxe moi baixo. Estamos seguros que, de aquí para diante, a partir de xaneiro, a xente recibirá as cartas para facer a declaración da renda», explica. Y añade: «Temos constancia de que incluso chamaron por teléfono á xente para que fixera a declaración dicíndolles que así non recibirían a multa. Totalmente presionados».

Los emigrantes, todos ellos de avanzada edad, coincidían en apuntar que en la actualidad sostienen a sus familias y reclamaban más apoyo de las instituciones, por las que aseguran no sentirse protegidos.