Está buscando soluciones para que los beneficios fiscales contabilicen en la venta
07 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Freno y marcha atrás. Esa fue la consecuencia de la escandalera que se montó en los mercados por la decisión del FROB y del Ministerio de Economía sobre la no contabilización de los beneficios fiscales en el momento de la venta de NCG, decisión que beneficiaba directamente a la banca nacional y precipitaba la salida de la puja a los fondos internacionales.
Buscando una solución
Un mecanismo que equilibre ofertas. Hay ocho grupos inversores interesados en hacerse con NCG. Tres son grandes bancos nacionales y cinco son inversores extranjeros. De acuerdo con las declaraciones de los directivos del FROB, en la venta de la entidad será prioritario el precio ofertado. La frase fue contundente y estaba clara. Sin embargo, la semana pasada los interesados recibieron un aviso: los beneficios fiscales (4.500 millones para la banca nacional y 2.000 para los internacionales) no se computarían en la puja. La advertencia, que nunca se fijó por escrito, provocó tal contestación que fue modificada. Si no hubo cambios en las últimas horas, en la actualidad se están buscando soluciones para que los activos fiscales diferidos se contabilicen en la venta de manera justa y equitativa.
La última legislación
¿Existen más dudas? Sí. Tras la última norma sobre la contabilización de los activos fiscales diferidos atendiendo a lo establecido en Basilea III, los expertos nadan en un mar de dudas. No saben exactamente cómo les afecta a sus entidades y, mucho menos, cómo afectan a las que están dispuestos a comprar. En el caso de NCG, la clave está en saber qué beneficios tributarios se han generado con el traspaso de inmuebles a la Sareb. No se sabe con certeza y este es un aspecto fundamental para que todos los compradores decidan a cuánto ascenderá su puja, ya que de los activos fiscales dependerá deducciones futuras vía impuestos.
Un derecho
¿Están las normas de la subasta claras? No. Hay opacidad. El FROB ha dicho cuáles son las fechas claves del proceso. Nada más. Ha evitado dar más información como si los contribuyentes (que son los que están soportando el coste del rescate) no tuvieran derecho a saber qué está sucediendo y cuál es la oferta más beneficiosa para el crédito y el ahorro gallego. Se sabe que el precio será clave -cuantificable-, y que también lo será que la entidad se integre en un proyecto viable. Aquí aparece la subjetividad, ya que está clara la fortaleza de las instituciones que participan en la puja. Unas gustarán más que otras, y, ahí está el problema, porque sobre gustos....