Navantia pierde el megacontrato gasista que podría salvar su crisis

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

Esta imagen de la puesta a flote de medio gasero tomada hace diez años parece que no volverá a repetirse en la ría de Ferrol.
Esta imagen de la puesta a flote de medio gasero tomada hace diez años parece que no volverá a repetirse en la ría de Ferrol. patricia rey< / span>

Knutsen y Elcano encargan los cuatro metaneros a astilleros asiáticos

16 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Puede ser el golpe definitivo para el sector naval público español. Navantia no ha sido capaz de presentar a los armadores Knutsen y Elcano, adjudicatarios de la nueva ruta de transporte de gas entre Estados Unidos y Japón para Stream -formada por Gas Natural y Repsol-, la mejor oferta para la construcción de cuatro buques gaseros con opción a un quinto. El megacontrato, valorado en más de 800 millones, se va a Asia, al astillero coreano de Hyundai (vinculado al fabricante de coches) y al japonés de Imabari, que tendrán que entregar los navíos en el 2016.

El presidente de Knutsen España, Andrés Celaya, confirmó ayer que ya ha firmado los encargos de sus dos buques con la factoría coreana, un gigante que en los próximos tres años va a entregar 75 gaseros. Además, subrayó que Hyundai se hizo con este encargo tras presentar una mejor oferta económica y tecnológica que garantiza «el cumplimiento de los compromisos que hemos adquirido con Gas Natural en nuestro contrato».

Navantia había previsto repartir la carga de trabajo de este posible encargo entre los astilleros de la ría de Ferrol, el gaditano de Puerto Real y también generar ocupación para su planta de motores de Cartagena. Además, había planificado que el astillero vasco de Sestao -de capital privado- interviniera en la obra. Pero fuentes del sector apuntan a que la apuesta de la compañía que preside José Manuel Revuelta siempre estuvo muy lejos de la que formalizaron sus competidores y aseguraron que la empresa presentó en junio a los armadores una propuesta vaga de sus buques y no fue hasta el mes pasado cuando entregó las especificaciones técnicas, cuando los armadores ya estaban prácticamente cerrando los acuerdos con Asia.

El máximo responsable de la compañía pública llegó a ligar el futuro de la empresa a la obtención de este encargo, que ahora se evapora, dejando sin perspectivas de ocupación e ingresos a la empresa. La confirmación de la pérdida de la obra, que iba a reportar tres años de trabajo a las plantas locales, ha generado un gran revuelo en España. El ministro de Industria, José Soria, llegó a enviar una carta al presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, instándole a que se reúna con Navantia.

Alerta máxima en Ferrol

La preocupación en las comarcas con astilleros públicos, precisamente por las expectativas que se habían generado en torno a este acuerdo, se elevó a niveles máximos. El comité de empresa de Navantia Ferrol pidió a la dirección una reunión urgente para abordar este asunto, pero los responsables locales se remitieron al comunicado público que emitió la compañía al respecto. En este sentido, Navantia sostiene que no tiene confirmación oficial de que el proceso esté cerrado y afirma que continúa trabajando para que los barcos se fabriquen en España. Además, apeló a su capacidad tecnológica para afrontar la obra y aseguró que elegir a sus astilleros para acometer este encargo supondría «una apuesta por el empleo y el desarrollo industrial español».

En Ferrol, la fuga de esta obra al sector naval asiático se produce cuando restan solo tres semanas para que la fabricación del único barco en construcción en sus instalaciones de la ría, el Adelaide, llegue a su fin. La plantilla auxiliar que queda en la factoría, a excepción de la que trabaja en la división de reparaciones, está condenada al desempleo, y los operarios directos, a la parálisis total.