Sandra Ortega ante su gran proyecto

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La heredera de Rosalía Mera recoge el testigo de su madre, con la que ya compartía las grandes decisiones que afectan a una fortuna de 4.500 millones de euros

06 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Con un borbotón de emociones contenidas despidió Sandra Ortega Mera a su madre este pasado mes de agosto. Le lanzó una flor, y al tiempo ella recogía el testigo del gran proyecto en el que ambas habían trabajado a lo largo de los años: la Fundación Paideia Galiza y Rosp Corunna, un holding empresarial cuyo valor asciende a unos 4.500 millones de euros.

Rosalía Mera Goyenechea, una mujer de carácter, temperamental, fuerte y decidida, dedicó su vida a impulsar, apoyada en su fortuna, proyectos societarios con un marcado carácter social en favor de los más desfavorecidos y del desarrollo de Galicia. Desde el primer momento propició que su hija Sandra participase en la gestión y administración del multimillonario patrimonio. Sandra ha estado en los comités de dirección y en los consejos de administración; ha participado en todas las grandes reuniones y en la toma de decisiones. Su involucración en el trabajo fue total, y siempre al lado de la madre. Cualquier inversión se realizaba si las dos estaban de acuerdo; de lo contrario, era descartada. No llevaron ninguna en el sector constructor ni financiero.

Un primer impulso

Hasta el fallecimiento de la empresaria, Sandra Ortega dedicaba buena parte de su tiempo a una fundación que había nacido prácticamente al mismo tiempo que su hermano Marcos, quien sufre una grave discapacidad. Sandra y Marcos son fruto del matrimonio de Rosalía con Amancio Ortega, primer accionista de Inditex. Así se explica que el capital de Zara España fuese el que diese un primer impulso a Paideia. Hacia el año 2005 -cuatro años después de la salida a Bolsa de Inditex, lo que ocurrió el 23 de mayo del 2001- Paideia se refundó y Rosalía aportó todo el capital para desarrollar su propio proyecto.

En paralelo, y con el objetivo de administrar la fortuna recibida con la matriz de Zara, puso en marcha Rosp Corunna. Lo hizo con la ayuda de JP Morgan. El nombre de este holding se corresponde con Rosalía Patrimonio, al que se le añade Corunna porque así lo exige la autoridad económica del momento.

Tal y como se observa en el gráfico adjunto, Rosalía Mera tenía un 86 % de la sociedad y su hija Sandra un 14 %. Ese 86 % lo han recibido hoy los herederos de la empresaria, en la parte proporcional por ella decidida.

Sandra, casada y madre de tres niños, cuenta hoy con un conglomerado vertebrado en dos áreas: la empresarial y la de inmuebles, buena parte de ellos se corresponden con edificios que se han comprado y alquilado.

El área empresarial tiene vocación de invertir en compañías públicas y privadas a las que se ayuda en su crecimiento y con expectativas de retorno del capital. Entre ellas Denodo, Milú Films, ICN e Inusual.

Dos son las joyas de la corona, Inditex (esta participación tiene un peso en la actualidad del 65 % sobre el total del patrimonio) y Zeltia, una biofarmacéutica en la que Rosalía y Sandra había confiado muchos años antes de que la firma hubiera logrado los últimos éxitos en sus ensayos contra el cáncer. A través de los vehículos de inversión como Delta Bonilla Fotovoltaica y Cross Road Biotech capital riesgo la compañía también participa en otros negocios.

Ferrado Inmuebles es la segunda área del grupo. De ella cuelga Betula Investiments, empresa tenedora de valores extranjeros. En esta área aparecen la mayor parte de los hoteles (aunque no todos) y el alquiler de oficinas.

Room Mate es la compañía hotelera urbana y de diseño en la que Rosp comparte capital con Kike Sarasola.

El Hotel Bulgari, de Londres, es otra de las joyas de este imperio.

No se esperan cambios bajo la dirección de Sandra Ortega Mera, que con su propia personalidad, tiene la misma visión empresarial que su madre.