Mitsubishi se fue porque Galicia ofrecía un suelo incomprable

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

«Habría sido un error, pero la planta de baterías se hubiera hecho», dice

03 oct 2013 . Actualizado a las 13:09 h.

Mitsubishi Corporation y GS Yuasa llegaron a Galicia en el 2009 dispuestos a invertir 250 millones para construir una fábrica de baterías de litio, pero no lo hicieron «porque los terrenos que les ofrecieron no eran comprables». Así lo explican fuentes japonesas conocedoras del proyecto, que, según este testimonio, «a día de hoy, permanece congelado, pero todavía vivo».

Según su relato, la Xunta de Galicia ofreció al consorcio nipón la superficie requerida (200.000 metros) en lo que iba a ser la plataforma logística de Salvaterra, en Pontevedra. El suelo, bien comunicado por autopista con Citroën y el puerto, gustó a los japoneses. Pero cuando llegó el momento de planificar sobre el terreno descubrieron que estaba lleno de irregularidades urbanísticas y cargado de denuncias por el proceso de expropiación.

La misma fuente continúa relatando que el consorcio Mitsubishi-Yausa, temeroso por la inseguridad jurídica en la que podía quedar su inversión, decidió aplazar el proyecto. De nada sirvieron los esfuerzos de la Xunta para revestir de legalidad el suelo de Salvaterra, ni los terrenos ofrecidos en otros puntos de Galicia. La que iba a ser la mayor planta de baterías de Europa quedó paralizada.

«Hoy sabemos que habría sido un error porque, por la marcha del vehículo eléctrico, no es económicamente viable. Pero en aquel momento se habría hecho la inversión», aseguran los japoneses, sin dar por descartado definitivamente el proyecto.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tuvo oportunidad estos días de abordar la posibilidad de retomar la conversaciones con el consorcio en su viaje a Japón, pero, según las mismas fuentes, el tema no se ha abordado.