Un estudio constata que hay merluza en el interior de las rías

La Voz

ECONOMÍA

La Federación Galega de Confrarías ha navegado durante año y medio con acumuladores de datos

16 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La realidad biológica está a punto de cumplir la profecía de Núñez Feijoo, que en el fragor de uno de esos mítines para sumar votos al carro popular aseguró que había tanta merluza que pronto saltarían del mar a las playas y morderían a los bañistas. Exageración evidente, por supuesto, pero tras la que se esconde la constatación empírica de los marineros, que aseguran que nunca ha habido tanta merluza en aguas ibéricas, donde está en marcha un plan de recuperación de la especie que limita a un 15 % los incrementos -o descensos- del total admisible de capturas y obliga a recortar un 10 % anual el esfuerzo pesquero.

Los indicios que dieron pie a la en su día retuiteada hipérbole está ahora constatada por el equipo de recursos y pesquerías de la Universidade da Coruña, pues, a preguntas del secretario xeral de la Federación Galega de Confrarías, Pablo Pita confirmó que en el estudio de campo realizado en aguas de Arousa habían encontrado merluza dentro de las rías. Quizá no falte mucho para que haya en las playas. Nueva exageración, claro.

Los acumuladores de datos

La información que ha permitido descubrir que en las rías hay merluza, cuáles son los caladeros más habituales de la flota cefalopodera o cómo se reparten las especies por la ría, fue proporcionada por el propio sector, que durante año y medio largo ha navegado con acumuladores de datos a bordo que proporcionaban información cada minuto sobre múltiples variables, como situación, velocidad, lances... Esos datos fueron, asimismo, complementados con formularios rellenados por los patrones sobre capturas, caceas... Un trabajo que no solía llevar más de 4 o 5 minutos, pero para la que todos se tomaron molestias, desde los patrones de los barcos más grandes hasta los propietarios de chalanas sin cabina que cubrían los cuestionarios a la intemperie y en precario equilibrio.

Eso que se ha hecho con el pulpo y otras especies en los caladeros de Arousa puede hacerse extensible al resto de Galicia, como quedó patente en el encuentro. ¿Qué es necesario? La colaboración del sector. Pero, si se entrega como lo hicieron los profesionales de Aguiño, Ribeira y Cambados, el éxito está asegurado.